VISITANDO LA ESCUELA ESTADAL “JOSÉ VIRGILIO TERÁN”.
28 DE MAYO DE
2025
Ayer miércoles 28 de mayo, hicimos un recorrido a pie desde el poblado de Torondoy hasta el caserío La Victoria (mejor conocido como Los Barriales) para la visitar esta vez la Escuela Estadal “José Virgilio Terán”. Fue un trayecto de 4,7 kilómetros, en un tiempo de una hora y media para llegar a este lugar rural, lleno de paisajes naturales, fincas establecidas desde hace más de 100 años; sobre todo el caserío El Guayabal, por donde tenemos que pasar obligados y poder llegar al destino propuesto. Además, tiene visibilidad hacia la zona Sur del Lago de Maracaibo, como también comunidades aledañas a nuestra jurisdicción, sin dejar de sorprendernos la gran variedad de fauna silvestre (aves) que hacen emotivo y ameno nuestro recorrido.
A las 10:30 a.m.
llegué a la escuelita situada al oeste del poblado de Torondoy, a 1.476
m.s.n.m. allí estaba el maestro Alfredo Araujo con sus alumnos impartiéndoles clase,
en un aula echa de tablas que se divide en dos (2) partes, ambos espacios se
comunican a la vez, permitiéndole al maestro a atender a sus alumnos; con una
matrícula de quince (15) que van desde preescolar hasta sexto grado. Aclaramos que
son dos (2) docentes o maestros que atienden la escuela, pero uno de ellos está
enfermo.
Agradezco al
maestro Alfredo Araujo que me permitió acompañarlos un rato y hablarles de
nuestro propósito como cronista municipal, además, obsequiándole a la
institución seis (6) ejemplares, libros de mi autoría como: Así es Torondoy,
fresco ventanal de montañas y Semblanzas de Torondoy, libros que se relacionan
con la historia contemporánea del Municipio Justo Briceño, como también sus
personajes que hacen o hicieron vida en nuestra jurisdicción. Este material
bibliográfico en el año 2014 se donó a todas las instituciones educativas del
municipio, pero por circunstancias de la vida todo este material de referencia
desapareció o no existe. Sin embargo, nuestra visita reciente a las escuelas;
por voluntad propia y autor de los libros, estamos nuevamente donándolos, sin
percibir nada a cambio, solo la alegría y entusiasmo de los niños y niñas.
Recordemos que
esta escuela participó en la actividad reciente que hizo la Biblioteca Pública “Br.
Mario Bonilla” ubicada en el poblado de Torondoy, la II Bienal Nacional de Literatura
Infantil y Juvenil, del pasado 19 de mayo (2025). A pesar de lo distanciado de
la escuela, siempre han estado presentes en las actividades programadas por la
misma. Siempre sus recorridos lo hacen a pie, como señalamos anteriormente son
casi cinco (5) kilómetros que los distancian al centro poblado.
El Cronista
Municipal Rafael Pulido, expresó lo siguiente:
“Buenos días. Me
contenta verlos acá en su comunidad, en su escuela. Y bueno, un sitio bastante
distanciado de Torondoy, de donde uno vive. Pero no, para nada es difícil hacer
las cosas, poniendo en manos de Dios, el Todopoderoso. Y siempre hay o existe
la voluntad. Creo que algunos no estuvieron en la biblioteca, hace poco tiempo,
¿sí? Cuando la biblioteca hizo la Bienal Nacional de Literatura Infantil y
Juvenil. Pues allá tratamos de alguna forma, pues, darle alguna pequeña
referencia. Y bueno, aquí estamos. Uno maneja mucha información de acá del
municipio. Digo yo que, si tienen alguna duda, pues, aprovechen. Sin embargo,
mi intención de acompañarlos aquí en la escuela, pues, vemos que todavía no es
digno del sitio, donde ustedes están recibiendo o impartiendo clases. Y, sin
embargo, ante las dificultades, siempre está por delante la enseñanza y la
voluntad, en este caso del amigo acá, el maestro. Aquí el maestro Alfredo Araujo, pues, él hace
su sacrificio. Él vive un poco distanciado también, sin embargo, todos los días
de lunes a viernes, él está acá y ustedes también hacen el sacrificio de sus
lugares donde están.
Me imagino que
algunos son de aquí mismo cerca. De lado y allá. ¿Sabe que aquí este sitio
anteriormente se llamaba Los Barriales? O el Asentamiento Campesino Los
Barriales. Así era su nombre. Esto eran sitios protegidos por el Instituto
Agrario Nacional y hubo un tiempo donde existió un sindicato de campesinos. Este
grupo de personas lucharon para que les dieran terrenos para ellos trabajar y eso
es lo que hoy en día vemos la conformación de varias fincas. Más que todo de la
ganadería, el cultivo de cambur. No sé si ya está establecido el cacao acá en
la zona. Que se está propagando el cacao por todas partes, es un cultivo bastante
rentable. Aparte de lo que era o es el cultivo del café, que era una tradición
de toda la jurisdicción de Torondoy.
Aquella gente que
luchó en aquel sindicato y entre ellos estaba José Virgilio Terán, que es el
nombre, el epónimo de la escuela. Pues él era una de las personas que fue
premiada, le dieron su terreno para que trabajara. Parte de ese
terreno, pues, es hoy en día lo que quieren ustedes, su escuela, la
construcción de la escuela definitiva. Ya tienen el espacio cedido o donado por
José Virgilio Terán. Sabe que él hace varios años murió, sin embargo, dejó ese
legado, de que un día su comunidad tuviese la escuela, bueno, los familiares
lucharon, presentaron la propuesta del nombre de José Virgilio Terán Valecillos;
ese era su nombre completo.
Nuestra visita es
para entregarle un material. Si yo me pongo a decirles de todo, pues aquí se
nos va todos estos días de la semana y gran parte de la próxima. Este material,
en una ocasión, en el año 2014, se donó a todas las escuelas. Estos dos libros.
Las escuelas que hoy he estado visitando, hoy en día, prácticamente este
material no existe. Porque no sé quién sería que se los llevó. Porque eran
donaciones para la escuela, la institución, aquel el niño o niña que estuviera
en esa escuela, pues fuera una oportunidad de estudiar este material que está
acá. Y si salía ese niño de sexto grado, igualmente ese material tenía que
permanecer allí. Sin embargo, pues
no fue posible. Hoy se los vuelvo a donar, a entregárselo a ustedes, porque es
material del municipio Justo Briceño; sobre todo, este que dice, Así es
Torondoy. Aquí consiguen todo lo que es la parte histórica, incluso habla de
los primeros aborígenes, los Torondoyes, que habitaron toda esta zona, habla
también de todo lo que es la división política territorial del municipio Justo
Briceño, habla de todo lo que son las manifestaciones culturales del municipio
y está hablando también de unos sitios que ya no corresponden a este municipio,
que sin embargo, en un tiempo fue parte de este territorio, como fue el Distrito
Justo Briceño, en el cual era Palmarito, Santa Apolonia, Nueva Bolivia, Las
Virtudes y Piñango. Todos esos territorios pertenecían a este municipio.
Pero en una división
política territorial que hizo en 1986, se desintegró todos esos sitios y
conformaron unos nuevos municipios con unas parroquias, y Justo Briceño se
quedó nada más con San Cristóbal de Torondoy, que es la única parroquia civil
que tiene el municipio. Bueno, todos esos detalles están aquí. Para que
ustedes, poco a poco, el maestro Alfredo, cuando les asigne una tarea de
historia del municipio, aquí tienen un soporte, una referencia.
No sé si es
posible que él permita que se lo lleven ustedes a sus casas, pero está el
compromiso de cuidar ese material y volverlo a traerlo a la institución. Pero
hay un detalle que el maestro Alfredo dice que la escuelita es vulnerable, no
está bien segura el sitio. Si dejamos este material, es capaz que se lo lleven,
porque si él dice que se han metido para acá, viendo qué cosas y valores
consiguen, es capaz que se lleven el libro, porque a lo mejor su hijo o su hija
le hace falta y lo va a tener en su casa. Yo creo que la decisión está del
maestro de tener un sitio resguardado, cercano a la escuela, y que no importa,
todos los días, no serán los tres libros, los tres ejemplares, que se los
traiga para acá, sino que se traiga un juego. De Así es Torondoy y Semblanzas
de Torondoy. El libro de Semblanzas de Torondoy habla de biografías de
personajes que viven y que vivieron acá en este municipio. La historia de ellos en particular, así mismo como es la historia de
ustedes, ustedes pueden establecer su historia, su fecha de nacimiento, quiénes
son sus papás, sus mamás, en qué lugar nació, y el sacrificio que ustedes hacen
de donde viven hasta acá donde está la escuelita. ¿Cómo se llama la escuelita?
Es algo parecido. Eso es lo que ustedes consiguen aquí, en este libro, aquí hay
más de 70 biografías. Este material está escrito hasta el año 2012, después de
esta fecha para acá, toda la información se ha estado subiendo a lo que hoy en
día son las redes sociales, hay una página que se llama Municipio Justo Briceño
y en Facebook mi nombre, Rafael Pulido Blanco, todo lo que yo tengo ahí es
referencia de acá del municipio, que es lo que a mí me compete como cronista
municipal. El cronista es el que redacta o lleva la crónica.
Espero que a
ustedes les saquen provecho. Y bueno, agradecido acá al maestro Alfredo que me
haya permitido visitar la institución acá, la escuela. Entonces, por favor,
quiero que vengan y reciban este pequeño material. Agradecido de estar acá
acompañándolos.
Hace falta que
ustedes estén en un sitio digno, limpio y en buenas condiciones y que la
comunidad, ojalá que se pongan pilas también y hagan reclamos a los entes gubernamentales”.
FOTOS DEL
RECORRIDO:
Para tener más claro sobre el lugar que visitamos, lo complementamos con
la siguiente información; tanto el caserío El Guayabal como La Victoria, esta
última nos place hoy nuestra presencia.
El
Guayabal.
Altura:
Coordenadas: (U.T.M.): E0277931 N1000520
Coordenadas geográficas: Norte: 09º
Presión atmosférica: 881,8 mb
Vía agrícola Km.: sin pavimentar 4 Km.
pavimentada: 2 Km. Total: 6 Km.
Eran tierras baldías que, para mediados del siglo XIX, fueron repartidas a personas pioneras que las trabajaron arduamente. Ya para el año de 1918 eran distinguibles las fincas trabajadas, sobre todo con el cultivo de café principal generador de divisas del municipio para aquel entonces, intercalándolos también con otros cultivos para el consumo interno como el cambur de diferentes variedades: manzano, naco, topocho, morado, plátano criollo, así como frutales como: aguacates, mandarina, naranjas, cidras, duraznos. De esta forma se formaron los llamados “conucos”. El nombre del lugar se debe, posiblemente, a la hacienda “El Guayabal” cuyo dueño era o fue de José Díaz y posteriormente los aldeanos le dieron el nombre a todo el lugar. En el gobierno Provisional de la República de Venezuela del Dr. Victorino Márquez Bustillos en 1918 un grupo de personas pioneras lograron solicitar y adjudicar de forma gratuita un lote de terrenos baldíos con una extensión de 654 hectáreas, sumándole también 6.400 metros cuadrados (según plano levantado levantado por el Agrimensor A. Fuenmayor, el 22 de mayo de 1915), y comprendía los siguientes linderos: por el Norte, terrenos baldíos; por el Sur, montañas baldías incultas y hacienda Santa Elena; por el Este, posesiones de Mesa Bonita y en parte el río Torondoy que divide el terreno en dos porciones, y por el Oeste hacienda Tabacal, montañas incultas y en parte el río Torondoy. Es decir, abarcando por el costado izquierdo todo el trayecto de la quebrada de Juan Ramos y límites con la hacienda “Santa Elena”, por la cabecera con la hacienda “El Cebadero” (propiedad de don Antonio Lares Rumbos) y tierras baldías, por el costado derecho también con la hacienda “El Cebadero” y lomas municipales cercanas al poblado, y por el pie con el río Torondoy y la empresa D’Empire C.A. En dicho sector habitaban varias familias como, por ejemplo: Uzcátegui, Díaz, Lobo, Villamizar, Abreu, Rangel, Alarcón, Rivas, Palomares, Ruz, Lares, Albarrán, Rivera, Villarreal, entre otros (ver plano Anexo).
El caserío de El Guayabal está ubicado hacia el noroeste del poblado de
Torondoy; sus límites son los siguientes: Norte: las fincas Santa Elena y
Auyamero, carretera principal (vía Torondoy-Nueva Bolivia); Sur: con el sector
Los Barriales, filo “La Bandera”; Este: finca “El Paramito”, casa de teja,
camellón que conduce al poblado y propiedad del señor Elirio Briceño; Oeste: quebrada
Juan Ramos, camellón que conduce al sector Los Barriales, las fincas “La
Victoria” y “Los Araguatos”. Su economía, se basa de agricultura y fundos
dedicados a la cría y recría de ganado. Cuenta con algunos servicios como:
electrificación, acueducto y un camellón aperturado en la década de los
noventa.
Entre las anécdotas del señor Ernesto Abreu refiere que en El Guayabal
“entre las montañas se oía mucho el canto de los Gualíes. Las personas salían
de caza hacia el lugar y conseguían muchas especies de aves y animales salvajes
como: picure, lapa, cachicamo, entre otros”.
Hoy día, se ve un cambio drástico de esta gran diversidad de fauna
silvestre siendo muy difícil verlas y oírlas. Había varias especies de monos
como los araguatos (monos aulladores). Entre las familias que recuerda nuestro
entrevistado están: Mogollón, esta familia siempre han vivido en el sector, don
Francisco Mogollón papá de Emiliano Mogollón (ambos fallecidos) también vivió
en Los Barriales. También don Francisco fue uno de los fundadores de la
hacienda El Molino, cuando el camino real pasaba cerca de dicha hacienda. Esta
hacienda tenía grandes extensiones de cafeto criollo, era bonito ver esos
cultivos bien asistidos por su dueño. La familia Betancourt siempre ha vivido
en el sector, Ramón Betancourt cuya esposa era Mercedes Castillo (ambos
fallecidos). La hacienda Santa Elena era de Leoncio Barrios (+), un caso
particular es que cuando los dueños de hacienda por algún conflicto que se
generaba, se producían enfrentamientos entre ellos y sus peones, muchas veces
salían herido y hasta muertos por armas de fuego. Algunos de ellos eran
generales civiles y militares. El camino que pasaba por el Guayabal lo cruzaban
muchas nacientes de agua, por lo que las personas le colocaban palos
entrecruzados para poderlos pasar; así como también se formaban grandes
pantanales que afeaban el camino haciéndolos difíciles de recorrer. Para llevar
sus encomiendas o cargas se utilizaba mucho los bueyes, los mismos se les
dificultaba caminar por las inhóspitas vías de comunicación de la época.
Caserío La Victoria.
El sector La Victoria fue fundado por los años de
1900, uno de los primeros fundadores se llamó Rómulo Lobo (+) quien fundó la
finca que hoy se conoce con el nombre La Victoria actualmente propiedad del
señor Saúl Uzcátegui, cuyo sector lleva el mismo nombre.
Para la década de los sesenta ya había otros
pobladores, entre ellos se encontraban el señor Emiliano Mogollón, Tulio
Mogollón, Ernesto Abreu y Reinaldo Izarra (todos difuntos). Estas personas
lucharon por mucho tiempo para conformar sus parcelas, pero el mal trecho que
se formaban en los caminos pantanosos los hizo abandonar sus parcelas.
Al pasar unos años el sector se ganó el nombre, hoy
conocido como Los Barriales; ya por la década de los ochenta el gobierno
regional y municipal organizó el sector en un asentamiento de parcelas donde se
repartieron parcelas de diecinueve hectáreas (19 Ha) por un sindicato que
estaba conformado por un grupo de personas donde figuraba el señor Virgilio
Terán (mejor conocido como pillo), dicho parcelamiento trajo la fiebre de
obtener tierras donde llegaron personas de la Panamericana. Pero luego al
suscitarse el mismo problema de los caminos intransitivos la mayoría de están
personas decidieron abandonar sus parcelas. Algunos parceleros; algunos ellos
ya fallecidos, que se mantuvieron en sus lugares tenemos: los señores Palomino,
Pedro Izarra, Virgilio Terán, Luis Zerpa, Saúl Uzcátegui, y el Antonio García
que aportó mucho a la comunidad.
Para el año de 1997 en adelante entró una nueva
oleada de parceleros que comenzaron a desarrollar la agricultura y la
ganadería. Entre 1998 y 2002 y con la ayuda del gobierno regional y municipal
contando con el apoyo de la comunidad se logró el sistema eléctrico y la
apertura del camellón hasta el filo de Las Cruces. En el 2005 en el sector
había un total de 80 personas estables, destacando que entre los mismos había
20 niños de edad escolar, pero debido a que el centro de estudios más cercano
era en la población de Torondoy, era bastante retirado en el momento para
mandarlos a estudiar. Pensando en la problemática la señora Carili Sánchez
articuló en la posibilidad de buscar una solución con el exalcalde Víctor Luis
Matheus López para la apertura de una escuela básica, pero no hubo una
respuesta inmediata.
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