OFICINA DEL CRONISTA OFICIAL DEL MUNICIPIO JUSTO BRICEÑO, TORONDOY

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miércoles, 31 de julio de 2024

FESTIVIDAD DE LA VIRGEN DEL CARMEN EN TORONDOY

 El pasado 16 de julio del presente año (2024) la iglesia católica festejaba Nuestra Señora del Carmen, esta devoción a la Virgen se remonta cuando un grupo de personas construirían un templo a la Virgen María en la cumbre del Monte Carmelo (Israel), este grupo de piadosos se llamarían los Hermanos de Santa María del Carmelo, poco tiempo después se extendería por Europa en el siglo XIII.

Hasta que el 16 de julio del año 1251, cuando la Virgen María teniendo un escapulario en la mano se le apareció a Simón Stock, que, según la tradición carmelita, con dulces palabras le dijo: “Toma, hijo querido, este escapulario; será como la divisa de mi confraternidad, y para ti y todos los carmelitas, un signo especial de gracia; quienquiera que muera portándolo, no sufrirá el fuego eterno. Es la muestra de la salvación, una salvaguardia en peligros, un compromiso de paz y de concordia”. Esta manifestación mariana a Simón Stock, fue debido a las súplicas constantes o como especie de un himno de alabanza que él hacía a la Madre de Dios que diera alguna muestra de su protección a la Orden de los Carmelitas, ya que gozaban de llevar el nombre de la Virgen. El canto que recitaba era el siguiente: “Flor del Carmelo, viña florida, Esplendor del cielo, Virgen Madre. Singular. ¡Oh Madre tierna!, Intacta de hombre; a los carmelitas proteja tu nombre (da privilegios), Estrella del mar".

Simón Stock era un religioso inglés de la Orden del Carmelo, como mencionamos anteriormente, no ha sido canonizado formalmente por la Iglesia Católica, pero el Vaticano aprobó la celebración de la festividad carmelita el 16 de mayo de cada año.

En Torondoy, la festividad de la Virgen del Carmen se formaliza con un oficio que hizo a puño y letra el Presbítero Bernabé Vivas dirigido al Obispo de la Diócesis de Mérida, Monseñor Antonio Ramón Silva quien se encontraba de Visita Pastoral en la población de Timotes. El oficio tiene fecha 15 de julio de 1910, y este expresaba que esta parroquia carecía de la Cofradía de Nuestra Señora del Carmen, y deseando propagar el culto de la Santísima Virgen en esta feligresía bajo tan simpática advocación, haciendo los fieles participantes de los bienes espirituales que emanan de ella. Por ello pedía al Ilustrísimo y Reverendísimo se dignara en establecerla canónicamente para mayor gloria de Nuestra Señora Madre.

A nuestro entender, el oficio se hizo efectivo, es posible que el Presbítero Bernabé Vivas se encontraría también en la misma población de Timotes, ya que la respuesta a dicha solicitud tiene la misma fecha y fue copiado por el Pbro. Domingo A. Arellano Secretario del Obispo de la Diócesis, expresó lo siguiente: “Vista la anterior solicitud del Venerable Cura de San José de Torondoy y deseosos de propagar la devoción a la Santísima Virgen se erigía canónicamente la Cofradía de Nuestra Señora del Carmen, con los mismos estatutos que rigen en esta Parroquia de Santa Lucía de Timotes”. Cabe mencionar, y como dato curioso estos estatutos de la parroquia vecina fueron establecidas por el Ilustrísimo Señor Juan Hilario Bosset Obispo de la Diócesis de Mérida el 24 de septiembre de 1850.

Desde el momento de la conformación de la Cofradía de Nuestra Señora del Carmen, es decir, en 1910 hasta 1916 se registraron 216 hombres y 256 mujeres. Para 1919 había 277 hombres y 466 mujeres. Hasta 1925 se registrarían 616 hombres y 639 mujeres; que fue se mantuvo el número de ascendente de los registros. Los siguientes años 1926 hasta 1939 se registraron con nuevo orden numérico.

Posteriormente, el 15 de julio de 1979 la Cofradía se reorganizaría por el recordado Cura el Pbro. Francisco José González Valero, en la conformación el padre mencionaba que había muchas personas cofrades, pero que no sabían a quien le pagarían el diezmo para ayudar a la iglesia, visto esa necesidad procedían a la conformación de una directiva, quedando de la siguiente forma: Presidenta: Isolina Parra de Lacruz, Vicepresidenta: Bárbara Rangel de Parra, Tesorera: Hilda Briceño de Mendoza y como Secretaria: Olga Margarita Parra de Briceño. También y como dato curioso el Pbro. Francisco J. González mencionaba que la misa solemne de la Virgen del Carmen se celebraría el día 29 de julio, y que era patrocinada por los conductores de la población (Torondoy) y tendrían la colaboración de la directiva para el arreglo de la carroza, entre otras cosas que harían falta. Participación que se ha mantenido hasta la presente por parte de la Línea Unión Torondoy.

Efectivamente, el pasado 16 de julio de 2024 se llevó a cabo esta solemnidad de la Virgen del Carmen, de parte de los conductores del transporte público acá en la capital, Torondoy, del municipio Justo Briceño, a los que se le han unido particulares y la feligresía en general, auspiciada por el actual administrador parroquial el Pbro. José Gregorio Puente Ibarra. Es la patrona y protectora de los conductores o choferes, a ella se elevan plegarias por su protección e intercesión en situaciones de peligro. Iniciándose primero con la Novena y el día central se realiza una caravana con los vehículos automotores, llevando en su recorrido la imagen de la Virgen protectora. La procesión partiría desde el terminal municipal “Ramón Arturo Sánchez” en donde el padre elevó plegarias de oraciones y bendiciones a los presentes, para luego trasladarnos hasta el templo San José para finalizar con la misa de Acción de Gracias. También este año la línea de transporte celebraban los 49 años de haberse conformado legalmente para su funcionamiento, rumbo a los 50 años para el próximo año, Dios mediante, finalmente culminaría la misa con la bendición de los Escapularios y un testimonio de una dama (Yulimar Delgado Montilla) de haberse recuperado en su totalidad de Cáncer de Cuello Uterino, vino a Torondoy a pagar una promesa a la Virgen, lo acompañó su padre, el amigo (hijo de Torondoy) Herlis Saúl Delgado Briceño, hijo del Corista y gran colaborador de la Iglesia  San José de Torondoy el recordado José Manuel Delgado; que en buena ocasión publicamos su semblanza en la Página de Biografías de nuestro bloc, para el interés particular los invito para que lean de su vida social que desempeñó este personaje en nuestra jurisdicción. Las imágenes fotográficas lo demuestran.

 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

FOTOS CORTESÍA OFICINA DEL CRONISTA MUNICIPAL

lunes, 15 de julio de 2024

Venezuela Consagrada al Santísimo Sacramento del Altar

LA PARROQUIA ECLESIÁSTICA DE SAN JOSÉ DE TORONDOY TAMBIÉN CONMEMORA LOS 125 AÑOS DE LA CONSAGRACIÓN AL SANTÍSIMO SACRAMENTO DEL ALTAR.

Según fuentes documentales históricos, nos hace referencia que con la instauración de Antonio Guzmán Blanco por 18 años como presidente de Venezuela desde 1870 hasta 1888, se haría llamar “El Ilustre Americano”, después de luchas y rivalidades por su permanencia en el poder. Su período como gobernante del país se caracterizó por muchos avances en la economía y por un marcado proceso de centralización política, con el Gobierno y el propio Guzmán Blanco adquiriendo más peso que los caudillos regionales que hasta el momento habían sido los principales factores de poder en el país. Al inicio de su mandato entraría en conflicto con la iglesia católica y confiscaría una buena parte de sus propiedades y a la expulsión o disolución de varias órdenes religiosas, como lo es el caso del arzobispo de Caracas Silvestre Guevara y Lira. En 1876, coincidiendo con la inauguración del templo Masónico de Caracas, el Congreso Nacional debatía un proyecto para crear en Venezuela una Iglesia separada de la obediencia del Papado. Guzmán Blanco trata de convencer al obispo de Guayana Mons. José Manuel Arroyo, acepte la investidura episcopal pero el Vaticano censura la conducta de éste, quien se retrata. El Papa IX deseoso de ponerle fin al conflicto, designó como Vicario Apostólico al delegado pontificio residente en Santo Domingo, fray Roque Cocchia, para que levantase las suspensiones y entredichos impuestos por el arzobispo Guevara y Lira. Pero Guzmán Blanco le niega la entrada al país y amenazaba con crear una iglesia nacional, separada de la obediencia de Roma. Al poco tiempo Cocchia logra que Guevara Lira renuncie y la paz vuelve a la iglesia, y el gobierno y Roma resuelven con la designación arzobispo grato, el Pbro. José Antonio Ponce, siendo consagrado en noviembre de 1876. De esta manera se calmaría las aguas turbulentas por esa parte. Además, los sitios masónicos eran como adogmáticas, dejando libertad a sus miembros de profesar la religión que cada uno decida o no profesar ninguna. Recordemos que ya Mérida había sufrido las consecuencias con el destierro de Monseñor Juan Hilario Bosset, obispo de ésta, por desconocer la ley de matrimonio civil y el registro de estado civil entrado en vigencia a partir del Primero de enero de 1873.

Por otra parte, en 1882 surgía en la iglesia de Las Mercedes, Caracas, la devoción a Jesús Sacramentado por el Pbro. Juan Bautista Castro, Capellán de la Santa Capilla, fue expansiva el clamor de la feligresía, propone en aquel momento de auge el culto al Santísimo Sacramento, la consagración de Venezuela a Jesús Eucaristía, cuya petición fue expuesta al Episcopado Venezolano y recibida de manera unánime.

La devoción a Jesús Sacramentado fue incrementando, especialmente con la instauración de la adoración perpetua en la iglesia de Las Mercedes, en Caracas, en el año 1882. El entonces Pbro. Juan Bautista Castro, Capellán de Santa Capilla y quien más tarde sería Arzobispo de Caracas y fundador de la Congregación Siervas del Santísimo Sacramento, propone en aquél momento de auge del recto culto al Santísimo Sacramento, la consagración de Venezuela a Jesús Eucaristía. La petición realizada a través de una junta nacional que se conformaría y elevarla al Episcopado Venezolano fue recibida de manera unánime, como mencionamos anteriormente. Los actos preparativos se realizaron el 2 de julio de 1899 en la Catedral de Caracas, presidida por Monseñor Críspulo Uzcátegui Oropeza, arzobispo de Caracas, provisor de Ponce; en el acto solemne todo el país fue consagrado perpetuamente al Santísimo Sacramento del Altar. El documento reza así:

Soberano Señor del Universo y Redentor del mundo, clementísimo Jesús, que por un prodigio inenarrable de tu caridad te has quedado con nosotros en este sacramento hasta el fin de los siglos; aquí venimos a tus pies a proclamarte solemnemente y a la faz del cielo y de la tierra, nuestro único rey y dominador santísimo. A quien consagramos todos nuestros afectos y servicios y en quien ponemos todas nuestras esperanzas. Tú eres nuestro Dios y no tendremos otro alguno delante de ti; en tus manos ponemos nuestra suerte y con ella los destinos de nuestra patria. Mucho te hemos ofendido y como el hijo pródigo hemos disipado en los desórdenes tu herencia; perdónanos y haz que volvamos con espíritu contrito a tu casa y a tus brazos. Recíbenos, salvador nuestro, y concédenos que venga a nosotros tu reino eucarístico. Levanta bien alto tu trono en nuestra República, a fin de que en ella te veas glorificado por singular manera y sea honra nuestra, de distinción inapreciable, el llamarnos la República del Santísimo Sacramento. Te entregamos cuanto somos y cuanto tenemos; cubre nuestra ofrenda con tu mirada paternal y hazla aceptable y valiosa en tu divina presencia. Otra vez te pedimos nos recibas, que no nos deseches, y que este acto de nuestro amor y de nuestra gratitud sea repetido, cada vez con mayor fervor, de generación en generación, mientras Venezuela exista, para que jamás la apartes de tu Sagrado Corazón. Que así sea para nuestra vida del tiempo y después, por los siglos de los siglos. Amén”.

En la actualidad Mons. Enrique Pérez Lavado, obispo de Maturín y Presidente de la Comisión Episcopal de Liturgia de la Conferencia Episcopal Venezolana (C.E.V.), en un comunicado expresaba lo siguiente: “queremos celebrar, con especial afecto y creciente compromiso de vida cristiana y ciudadana, el 125 aniversario de la Consagración de nuestro país al Santísimo Sacramento, renovando con fe, esperanza y caridad esta alianza eucarística de Dios con su amado pueblo que peregrina en Venezuela y propiciar la restauración de la hermandad de todos los venezolanos, dentro y fuera del territorio nacional”. El marte 2 de julio del presente año (2024) se realizaría el aniversario, en muchas partes del país con la procesión del Santísimo Sacramento del Altar. En Torondoy el Pbro. José Gregorio Puente Ibarra oficiaría la misa caída la tarde con la exposición del Santísimo Sacramento. El día jueves 4 se daría inicio las cuarentas (40) horas hasta culminar el día domingo 7 con la solemnidad, cuya organización estuvo a cargo las socias del Santísimo Sacramento del Altar de la Parroquia Eclesiástica “San José de Torondoy”, fundada ésta el Primero de junio de 1930. Se tomó como escenario todo el Altar Mayor del templo; en las gráficas podemos apreciar. Las cuarentas horas trascurría desde las 8:00 A.M. hasta las 6:00 P.M. y culminaba con la Eucaristía, durante el día los sectores, sociedades y cofradías asistían a la hora establecida.

Haciendo un poco de historia local, 1961 con el Pbro. Marcos A. García administrador parroquial de San José de Torondoy, de la entonces Arquidiócesis de Mérida junto con la Sociedad del Santísimo Sacramento se hablada de la celebración de las cuarentas (40) horas, el padre hacía hincapié que se realizara, ya que tenía muchos años que no se hacía en esta población (Torondoy) y era una deuda muy sagrada que el poblado tenía con Jesús Sacramentado. En efecto, la actividad religiosa se llevó a cabo los días 29, 30 y 31 de octubre de 1961, bajo una programación. Las socias que se destacaban o estaban siempre activas para ese momento eran: Bárbara Rangel de Parra (presidenta), Arminda de Moreno, Victoria y Victoriana González, Francisca Suescun, Juana de Díaz, Lucia de Pulido, Josefa Olivares, Perpetua Albarrán, Juana Moreno Valero, Carmen Moreno Valero, Berenice de Moreno, Micaela de Calderón, María Lacruz, Fernanda Ramírez, Felipa Balza, Eleazara Díaz, Rosita Moreno, Rosa Bustos de Torres, entre otras.

Como dato curioso tenemos: con el terremoto ocurrido el 26 de marzo de 1812 y haber dejado pérdidas de bienes materiales y humanas en gran parte del territorio del país, el sentimiento católico del pueblo merideño, las autoridades civiles y eclesiásticas consideraron oportuno resolver que anualmente se celebrara una fiesta al Santísimo Sacramento. Posteriormente ocurriría el Gran Cataclismo de Los Andes Venezolanos del 28 de abril de 1894, las Autoridades Civiles y Eclesiásticas del entonces Distrito Torondoy, firmarían un acuerdo de fecha 31 de mayo del referido año, en donde se haría una misa al Sagrado Corazón de Jesús, con procesión del Santísimo Sacramento del Altar, cuyo propósito de pedirle al Todopoderoso mantenga alejado a toda la comunidad de las consecuencias destructoras, es decir, de los grandes desastres naturales. Pero, aun más, en el año 1971 se hundiría una cuarta parte de la entrada del poblado de Torondoy, debido a la vaguada que azotó también gran parte de la jurisdicción. Los moradores perdieron por completo sus viviendas. Al poco tiempo y por iniciativa de los curas administradores harían misas como un acto de fe para la protección del lugar de sus pobladores, incluso se hizo el primer viacrucis viviente en el sitio mejor conocido como “Hoyo Caliente”, lugar devastado por las lluvias, estaba en ese momento el padre Pbro. Efrén Barrospárez Ariza a cargo de la Parroquia Eclesiástica “San José de Torondoy” entre 1971 a 1973. En la década de los ochenta se construiría una capilla y una cruz en el referido lugar.

En conclusión, el comunicado de Monseñor Pérez Lavado nos invita a prepararnos en la fe y la gracia de Dios en el aniversario de los 125 años de la consagración de nuestro país, Venezuela, al Santísimo Sacramento del Altar y para la renovación solemne de la misma, que se extenderá hasta noviembre del presente año (2024), que sea un tiempo de abundantes bendiciones y renovar la fe del pueblo de Dios. El mismo mensaje lo expresó el Pbro. José Gregorio Puente Ibarra en la Eucaristía del domingo 7 que “estos 125 años sea para prepararnos y unirnos para los venideros años y mejorar a mí país, tu país, nuestro país”; insiste el padre que el próximo año se haga lo mismo para que la fe y la esperanza prevalezca. Complementando con la eucaristía se sacó en procesión al Santísimo Sacramento del Altar por las principales calles del poblado.

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