Nuestra fauna es diversa en el Municipio Justo
Briceño, al igual que en cualquier otra parte del mundo. En la siguiente
investigación, si se quiere decir, haremos especial énfasis en las aves
silvestres de nuestra jurisdicción.
Esta idea de llevar un registro fotográfico de las
aves por el autor se da inicio a partir del año 2007 en los alrededores del
poblado de Torondoy, utilizando una cámara digital sencilla, que muchas veces
no se lograba tener fotos nítidas como consecuencia de la distancia y la
rapidez de las aves por escapar, pensando quizás que se le iba a causar algún daño.
La perseverancia y la paciencia mantuvimos para lograr el éxito que se
pretendía.
Algunas fotos que se seleccionaron para este
interesante trabajo corresponden del año 2007 en la finca “Tucán de Luna”,
propiedad del amigo Abg. Livio Olivares, cuando se realizaba un curso básico
de Guías e Intérpretes de Eculturismo,
dictado por la Asociación Guías e Intérpretes de Turismo del Estado Táchira
(AGUITUR) en manos del Guía Líder Yimmy Torrealba, en la cual formábamos parte de
ese grupo (la mayoría eran integrantes de la extinta Fundación Eculturística Cóndor
de los Andes identificada con las siglas FECAN). La idea también era de
levantar un proyecto agroecológico de la finca con todas sus potencialidades
para el Eculturismo, dicho curso había sido solicitado por el dueño; tema que
se debatía para el momento. Parte de este inventario nos correspondió hacerlo
con las aves silvestres del lugar. Entre los cuales podemos mencionar el tucán
(Ramphatos ambiguus) ave emblemática por
lo que la finca lleva su nombre, el perico cabecidorado (Pionopsitta pyrilia), que por cierto esta especie se encuentra en
peligro debido a la destrucción de su hábitat ya que en el Libro Rojo de la Fauna
Venezolana lo cataloga como vulnerable, también encontramos el Azulejo
Golondrina (Tersina viridis)
esparcida en gran parte del territorio de captación, la Tangara Rey (Tangara
cyanicollis), entre otras aves, que sumados a otras tantas logramos
anexarlas a este primer inventario que presentamos.
Posteriormente las tomas de las imágenes se fueron
mejorando con una cámara semi-profesional Lumix FZ50 de Panasonic, el recorrido
fue en diferentes partes del Municipio, lugares como: los alrededores del
poblado de Torondoy, San Rafael, lugar especial éste por conservar casi las
mismas especies de aves observadas, también algunos sectores de la aldea El
Cogollal, El Jumangal, Mucumpís, Los Toritos, El Guayabal, La Travesía, La
Cuesta, Mucutubán, El Mene, San Isidro, El Gritadero y así poco a poco recorriendo
otros sectores de importancia; lugares visitados que repetida veces hemos
mantenido hasta presente.
Para la identificación de las aves que intentamos dar
a conocer, pues tuvimos que recurrir a las fuentes bibliográficas y el
internet. Cada ave captada lleva el Nombre Común o Vulgar o Local, Nombre Científico,
el Orden al que pertenece y la Familia. Además la lámina está complementada con
el mapa del municipio Justo Briceño indicando el lugar donde fue observada el
ave en cuestión.
Como primer avance del trabajo que hacemos, hasta los
momentos se han catalogaron ciento once (111) maravillosas y vulnerables aves, que a
continuación anexamos: Ver fotos.
El explorador alemán Antón
Goering en su visita a Torondoy allá por el año de 1869 nos hace una breve pero
fructífera descripción con respecto a la fauna de la localidad, posteriormente plasmado
en un libro. Es quizás la primera persona polifacética que se basó en las
observaciones de diferentes especies de animal, e incluso mineral del lugar
“petróleo” y, además su misión era en la recolección y embalsamando, comisionado
por la Sociedad Zoológica de Londres con la finalidad de llevarlos para el
Museo Británico y otros museos europeos. También muchas de sus pinturas,
dibujos y crónicas se publicaron en su libro “Desde las bajas tierras templadas hasta las nieves perpetuas” entre
1892-1893, como resultado de ocho años por sus andanzas en varias parte del
país, Venezuela, y que posteriormente la Universidad de los Andes en 1962 la
tradujo al idioma español y la publicó con el nombre “Venezuela, el más bello país tropical”, con motivo de sus 150 años
de fundada dicha casa de estudio.
En su paso por Torondoy, como
mencionamos anteriormente, el explorador alemán pudo ver algunas especies de
animal nunca antes visto como el oso hormiguero (Myrmeophaga jubata),
puercoespín (Cercobes prehensillis), la gran araña avícola, el ciempiés negro
gigante de aproximadamente 20 centímetros de largo, un felino pequeño (Felis
yaguarundi) asimilándolo como el gato comadreja y el cuchicuchi, entre las aves
que logró observar tenemos a los
paujíes, colibríes y una especie de loro que le llamó mucho la atención (Urochroma
dilestissima) catalogada por Sclater y Salvin, termina mencionando. En fin,
todas estas especies de animales que logró identificar Antón Goering, algunas
las embalsamó y otras logró pintarlas en bocetos para su gran colección; sus
crónicas son las evidencias más claras que pudiera existir hasta nuestros días.
Es quizás la primera persona extranjera que hace referencia de la fauna existente
en la zona en estudio. Aunque aquí haremos mención solamente del maravilloso
mundo de las aves, nuestro objetivo.
Siguiendo con nuestro trabajo actual, no somos
especialistas en la materia, pero estamos conscientes de lo que sucede en
nuestro querido planeta, el manejo incontrolado de los suelos por el uso de
pesticidas, la contaminación del aire y del agua, incluso sónica por el
crecimiento de centros poblados, ha causado daños irreversibles a muchas
especies de aves así como también su desplazamiento. Por lo que el uso
controlado de lo que nos provea la naturaleza sabremos convivir con la misma.
Damos esta opinión porque nuestro municipio no se escapa a estos desaceres de
la vida cotidiana del productor del campo para el sustento, sin medir muchas
veces las consecuencias que le hacemos a las cuencas, subcuencas y microcuencas
y, ahora que tenemos la tarea de cuidar la extensión de territorio que le
corresponde al Parque Nacional Sierra La Culata, se sobre entiende que somos
todos que nos compete. Una deducción que hacemos a este caso es por ejemplo el ave
Copetón o Correporsuelo (Zonotrichia capensis), este pequeño travieso lo veíamos por todas partes del poblado de
Torondoy, en particular la plaza
Bolívar, pero cuando se introdujo hace aproximadamente unos doce años el
cultivo masivo del tomate y la aplicación de grandes cantidades de agroquímicos
para salvar las cosechas, entre tanto estas aves merodeaban por los cultivos buscando
insectos es posible que muchos se hayan envenenado, por lo que su población
disminuyó. Aunque también, con anterioridad se había introducido el cultivo de
las flores (pompones) en los sectores de Villa El Rosario y Alto de la Cruz,
donde también se manejaron grandes cantidades de agroquímicos, por lo que el
ave caería en este dilema y posiblemente otras especies. Actualmente ahora podemos
ver al Copetón, como lo llamamos en el lugar, en las zonas más altas como: El
Jumangal, San Isidro, Alto de la Cruz, Mucumpís e incluso en el páramo,
específicamente en Los Caracoles a 3.583 metros sobre el nivel del mar, una de
la gráficas que mostramos en la colección da testimonio de ello, al igual que
las vertientes bajas del municipio habita esta pequeña ave.
También desde hace varios
años hemos estado viendo la Guacamaya Verde (Ara militaris) o también
conocida como Guacamaya Militar, esta subespecie de ave la captamos en las
adyacencias de la zona comiendo frutos de higuerón así como flor del bucare por esta
época (diciembre – febrero). Normalmente en grupos de dos o quince parejas,
ocasionalmente de más de 50 parejas; es espectacular verlos en su vuelo bien
formados. Esta bulliciosa ave también se localiza en varias partes de Venezuela,
en los estados Aragua, Vargas, Miranda, Zulia en la Sierra de Perijá y en la
Sierra del Norte de Mérida, que es en donde nos encontramos; a cada rato vemos
surcar los cielos por su tamaño es muy llamativa y colorido plumaje verde
oscura en gran parte de su cuerpo, azul en los extremos de las alas y cola, con
parches rojos en la cara y en la mitad de su larga cola. También se han
localizado al norte de Ecuador y de Perú.
En el Libro Rojo de la Fauna Venezolana se cataloga como vulnerable.
El Toche (Icterus
chrysater), es el ave emblemática del Estado Táchira, así como el insignia
con que se identifica la Asociación Guías e Intérpretes de Turismo del mismo
estado (AGUITUR). Esta ave la pudimos observar en solitario en el lugar, aunque no muy frecuente,
de manera que fue de suerte fotografiarlo en el sector “La Haciendita” en el
tiempo de la floración del Bucare (noviembre-febrero) y en las zonas
cafetaleras por lo que su néctar es una delicia para ellos.
A medida que hacemos los
recorridos para fotografiar algunas aves, casi siempre nos hemos topado con
unas excepcionales, que por lo menos una especie de cada familia arriba
indicada, llaman mucho la atención como lo son: el Trogón acollarado (Trogon
collaris collaris Vieillot), visto por primera vez en el 2009 en
el sector Filo Los Balza o Filo de la Bandera (próximo a la población de
Torondoy) y, recientemente en el 2018 en la hacienda “El Paramito” del caserío
El Guayabal del mismo poblado, por supuesto mejoramos la imagen. Los
Querrequerres o mejor conocida como Urracas (Cyanocorax yncas), esparcidas por
toda la geografía local, se observó que son muy sociables entre ellas mismas por
ejemplo un grupo acompañan al que esté en el nido empollando, las mismas se encargan de buscar comida y alimentan las
crías como también asean el nido, todo con aquella paciencia. Seguimos con el
Tucuso barranquero (Galbula ruficauda), lo pudimos localizar una parejita en el
sector Los Cerritos límites con el Municipio Tulio Febres Cordero. No podemos
pasar por alto la Pavita hormiguera común (Thamnophilus doliatus) por su canto
fácil la podemos identificar, además siempre andan en pareja, son muy sociables
entre ellos, ya que construyen el nido entre los dos, la hembra pone por lo
general dos (2) huevos, que ambos anidaran hasta la eclosión y, será tarea de
la pareja alimentar a los pichones hasta lograr su desarrollo. Rara vez hemos
visto la Tángara roja piquioscura o fueguero (Piranga flava), por su color es
muy llamativa y andan en solitario; de suerte la hemos visto en Los Cerritos,
La Haciendita, El Cogollal y El Jumangal. Y así como otras aves identificadas
en este inventario. Los Chocolateros (Tachyphonus rufus) en parejas los vemos
por todas partes, fáciles de identificar las hembra es de color marrón un poco
claro y el macho es negro con plumas blancas en los escapulares distinguibles
cuando despliegan sus alas. Su alimento preferido es el cambur maduro, los
uvitos de los árboles guacharacos, lechosa y guayaba silvestre. Fuente
alimenticia que tenemos siempre en casa del autor. La tangara monjita (Tangara
cayana) o “Presidente” como le llamamos, a menudo los observamos para cualquier
lado que uno recorra, también andan en pareja. Sin quedarse atrás los azulejos de
jardín (Thraupis episcopus), el de palmeras (T. palmarum), el Lechocero ajicero
(Saltator coerulescens), el Pitirre copete rojo (Myiozetetes similis) y la
Reinita común (Coereba flaveola) o “Pecho amarillo” como la llamamos también,
todas estas especies pertenecen a la familia Thraupidae, considerada como alta
población en la zona de estudio. Otras familias consideradas de alta población
son: Columbidae (palomas turcas y las tortolitas rojizas), esta también los
Corvidae (los querrequerre o Urraca), Troglodytidae (como los cucaracheros
comunes), los Fringillidae (espigueros pico de plata), los Mimidae (paraulata
llanera), Icteridae (mejor conocidos como los fotes o conotos negros), los
Cuculidae (que corresponde a los garrapateros comunes o también llamados en la
zona “Guainís”) y los Cathartidae (los zamuros que hay por doquier).
Con lo que respecta a los
colibríes hemos fotografiado varias especies, pero por no contar con una buena
fuente bibliográfica dudamos su reconocimiento para su publicación. La más
comunes son: el colibrí limpiacasa (Phaethornis augusti) o “chupa” llamado en
la zona, le sigue la Amazilia colirrufa (Amazilia tzacatl) y la Mango
pechinegro (Anthracothorax nigricollis). Nos llamó mucho la atención un colibrí
de color verde que su cola era dos (2) plumas cortas de forma de un abanico al
final, pero por su rapidez no pudimos fotografiarlo. Fue visto en mayo de este
año 2018 en el sector El Gritadero, límites con la parroquia Santa Apolonia
(Municipio Tulio Febres Cordero), pero seguros que estaremos nuevamente en el lugar para ver si tenemos suerte para su
registro. De manera que como ésta, hay muchas otras especies de aves que no la
hemos podido fotografiar, mantendremos la tenacidad y paciencia, hasta lograr el
registro completo de las aves en la jurisdicción.
Son muchas las aves que pudiéramos
darle especial atención y momentos para la gráfica. Retomamos en este relato el
Tucán porque en el
año 2009 un grupo de jóvenes estudiantes del Liceo Bolivariano Torondoy
formularon un proyecto de investigación como exigencia en su último año del
ciclo diversificado, para poder optar al título de bachilleres de la República,
en este caso escogieron el Tucán como posible ave municipal. En junio de ese
mismo año se estaría dando a conocer el proyecto, y presentado ante un jurado
calificador, estando presente algunas autoridades del municipio como el Alcalde
el TMA José Benito González. Aquella inquietud expuesta meses después el 16 de
noviembre se dictó el Decreto N° 16112009-29 declarando el ave exótica el Tucán
como Ave Municipal de la jurisdicción. Esta medida engloba entonces que la
Municipalidad dentro de sus competencias como: planificador, fiscalizador y
ejecutor de programas y obras de protección, recuperación, conservación y
resguardo del patrimonio ambiental, ecológico, y ornitológico municipal. Declarando
así medidas prioritarias de protección para el ave el Tucán, sometidas a
caza y fraccionamiento de su hábitat, la acción de guardería ambiental la
ejercerían las comunidades organizadas, los Consejos Comunales, Misión Árbol y
demás organizaciones civiles con fines ambientales.
En fin, el Municipio Justo Briceño todavía cuenta con
una rica fauna silvestre, por lo que tenemos que velarla para su conservación y
protección. Sin dejar pasar por alto el Oso Frontino (Tremarctos ornatus) que ha sido objeto de su caza en las zonas
altas del caserío Los Toritos, injustamente algunas personas del lugar han
tomado este tipo de atribución ilegal, ojalá que no siga sucediendo su casería
porque somos conocedores de lo que ocurrió hace varios años atrás, además esta
especie de mamífero está protegido por la legislación venezolana por estar en
nivel de peligro sujeta a veda por tiempo indefinido según Resolución Nº 95 del
Ministerio del Ambiente y de los Recursos Naturales Renovables (MARNR) de fecha
28/11/1979; hoy día el Ministerio del Poder Popular Agua y Ecosocialismo.
También como costumbre en los campos las personas domestican diferentes
especies de aves silvestres. Por lo que el llamado es “déjenlos vivir libres, así se
ven mejores y alegra la vida con sus melodiosos cantos y vistosos colores”.
No escapándose de mencionar la constante cacería ilegal de otras especies de
animales salvajes en la zona como: lapas, cachicamos, picures, monos, otros.
Con respecto a la legislación venezolana, nuestra
Carta Magna menciona en su Artículo 127. “Es un derecho y un deber de cada generación proteger y mantener el
ambiente en beneficio de sí misma y del mundo futuro. Toda persona tiene
derecho individual y colectivamente a disfrutar de una vida y de un ambiente
seguro, sano y ecológicamente equilibrado. El Estado protegerá el ambiente, la
diversidad biológica, los recursos genéticos, los procesos ecológicos, los
parques nacionales y monumentos naturales y demás áreas de especial importancia
ecológica”…
La Ley de Protección a la Fauna Silvestre sancionada
por el Congreso Nacional de fecha 22 de julio de 1970 y publicada en la Gaceta
Oficial Nº 29.289 de fecha 11 de agosto de 1970, el Ejecutivo Nacional por órgano
del Ministerio de Agricultura y Cría (hoy en día Ministerio del Poder Popular
para la Agricultura Productiva y Tierras), velará por la conservación,
protección, fomento y racional aprovechamiento de la fauna silvestre en todo el
territorio nacional. Esta amplia ley de 130 artículos regiría la protección y
aprovechamiento racional de la fauna silvestre y el ejercicio de la caza.
Igualmente se declara de utilidad pública: la creación de reservas, refugios,
los santuarios de fauna silvestre, la conservación, fomento y aprovechamiento
racional de la misma, la conservación de los recursos que sirvan de
alimentación y abrigo a la fauna silvestre, en otros. En esta ley curiosamente nos
llama la atención su artículo 77 “No
podrá darse muerte en ninguna forma, tiempo y lugar a los animales… “Las aves canoras y de ornato, y demás
animales que sólo tienen valor en vida…”. Así como en el Artículo 83 “Está prohibido recoger o destruir huevos,
dañar o alterar nidos, cuevas o guaridas y cazas las crías de los animales
silvestres”. El Reglamento de esta ley la podemos encontrar en el Decreto Nº 3269 de fecha 29/01/1999 y publicada
en la Gaceta Oficial Nº 5302 Extraordinario de la misma fecha.
Por otra parte actualmente también se cuenta con la Ley para la
Protección de la Fauna Doméstica Libre en Cautiverio, publicado en Gaceta
Oficial Nº 39.338 del fecha 4/01/2010, referido a los caninos, taurinos,
galleros, felinos, entre otras especiales domésticas, cuya competencia es la
Autoridad Municipal (Alcaldías) quien debería contar con un centro de rescate,
recuperación y atención, con personal calificado.
Con estas controversiales y únicas leyes vigentes en
Venezuela referido a nuestra fauna silvestre a la cual hacemos mención en este
trabajo ¿habremos cumplido a cabalidad con lo que allí establecen? Podríamos
generar muchas interrogantes en este
momento pero que dejaremos a criterios de ustedes amigos lectores. Solamente
las organizaciones sin fines de lucros son las que más se han avocado a
prestarle atención a nuestra fauna silvestre.
Existen otras leyes
nacionales que tienen algún tipo vinculación con nuestra fauna silvestre como:
la Ley Orgánica del Ambiente (Gaceta Oficial Nº 5.833 del 22/12/2006), en las
medidas prioritarias de protección: en su artículo 48, numeral 2 “Las
especies o poblaciones de animales y plantas particularmente vulnerables,
endémicas o que se encuentren amenazadas o en peligro de extinción”. El
Plan de Ordenamiento y Uso del Parque Nacional Sierra La Culata (Gaceta Oficial
Nº 4.907 del 26/05/1995) en su sección III referido a las Actividades
Recreacionales y Turísticas, artículo 48 “…turismo
naturalista, observación de aves, pesca deportiva y otros…”, y la Ley Penal
del Ambiente (Gaceta Oficial Nº 4.358 del 3/01/1992), donde
se tipifican los delitos aquellos hechos que violen las disposiciones relativas
a la conservación, defensa y mejoramiento del ambiente, y establece las
sanciones penales correspondientes, tanto a personales naturales como
jurídicas. Otra es la Ley de Reforma del Poder Público Municipal (Gaceta
Oficial No. 6.015 del 28/12/2010) en su artículo 56 con respecto a las
competencias propias del Municipio, literal d) “La protección del ambiente y la cooperación en el saneamiento
ambiental”…, entre otras leyes, el Segundo Plan Socialista de Desarrollo
Económico y Social de la Nación 2013-2019, englobado en cinco grandes objetivos
históricos, a saber, el Quinto referido a “PRESERVAR LA VIDA EN EL
PLANETA Y SALVAR A LA ESPECIE
HUMANA”. Esto se traduce en la necesidad de construir un modelo
económico productivo ecosocialista, basado en una relación armónica entre el
hombre y la naturaleza, que garantice el uso y aprovechamiento racional y óptimo
de los recursos naturales, respetando los procesos y ciclos de la
naturaleza. Tema que hemos tratado para nuestro Municipio en otras ocasiones,
sin ver todavía resultados positivos.
Volviendo
al tema especial, y sin caer en celos de los lugares que inferimos en este
trabajo de campo, pero el lugar o sitio donde vive el autor o aficionado por
las aves, la mayoría fueron observadas en su casa y captadas por la cámara
fotográfica, ubicado en la calle San Felipe, sector “La Haciendita”, próximo al
sector La Vega del poblado de Torondoy, sencillamente porque allí se conserva
una pequeña área de bosque, podemos distinguir árboles como: higuerón (Ficus insipida Willd), bucare-ceibo (Erythrina poeppigiana (Walp.) O.F. Cook),
yagrumo (Cecropia peltata L.), guacharaco,
cío, guamo (Inga oerstediana),
plantaciones de cambur (Musa paradisiaca),
lechosa (Carica papaya L.), guanábana
(Annona muricata L.), aguacate (Persea Americana Mill), cítricos como naranjas
(Citrus sinencis Osbeck), limones (Citrus limon (L.) Burm. f.), y limas (Citrus aurantiifolia), la guayaba (Psidium guajava L.), flores de jardín
diversas, entre otros, ya que sus frutos, néctar, e incluso insectos y otros
hábitos alimenticios, son el pan diario de lo prodigiosa que son las aves.
Sin dejar pasar por alto a San Cristóbal de Torondoy,
única parroquia del municipio, por lo distante que estamos de la capital, les
aseguramos que la mayoría de las aves observadas también habitan en el lugar,
algunas de ellas las señalamos de manera general en el mapa. Pudiera ser que en
un próximo trabajo indicaríamos lugares específicos de otras especies de aves
no identificadas en el material que damos a conocer, es cuestión de
planificarlo a corto y mediano plazo.
Esperamos
que apoyen este tipo de iniciativa y se sumen a contribuir por la naturaleza, además
sirva de guía de apoyo para el estudiantado, aficionados y público en general
y, se formen jóvenes para la defensa de nuestro patrimonio natural y
convirtamos el Municipio Justo Briceño en un gran reservorio, sin lugar a dudas
una guía para el avistamiento de aves silvestres: Sin ánimo a equivocarnos, pero
este viene siendo el primer registro fotográfico que se hace para el Municipio,
a la cual lo titulamos “Aves de Torondoy” para el conocimiento de todos. Entre tanto, continuamos con el trabajo
identificando; que varias docenas de aves más tenemos ya fotografiadas para una
próxima publicación. Las sugerencias o recomendaciones nos lo pueden hacer
llegar por los correos: rafaelblancoap@hotmail.com y
cronistajustobriceno@gmail.com.
FOTOS
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