Su historia.
(Tomado
del Libro El Valle del Chirurí, 2015, proyecto, material inédito del Cronista
Municipal T.S.U. Rafael Pulido).
De
acuerdo a la investigación histórica documental de la Parroquia San Cristóbal
de Torondoy, tenemos lo siguiente: es una población prehispánica donde
habitaron la parcialidad de indios “Chiruríes” de la etnia Mocotapó, el Lic. Luis Alberto Ramírez en su
interesante libro titulado “La tierra prometida del Sur del Lago de Maracaibo y
la villa y puerto de San Antonio de Gibraltar (siglos XVI-XVII) asevera que “Las encomiendas de indígenas ubicados en las
planicies de la zona sur del Lago de Maracaibo bajo la jurisdicción de Mérida
fueron asignadas en 1564. La Corona española había determinado que las
encomiendas se otorgaran por una vida, luego las prorrogó por dos y hasta tres
vidas, y finalmente hasta cuatro vidas. En 1718 fue emitida una orden real en
la que a partir de entonces, ninguna encomienda sería renovada o ratificada, lo
que inició el proceso de extinción definitiva de la institución en los dominios
americanos”. Mientras que este cumplimiento legal se daba, pero en la
práctica numerosas encomiendas se habían extinguido por una parte por epidemias
y por el otro debido al proceso de mestizaje, esto conllevó a la desaparición
de muchas etnias. Esta nueva reasignación de los indígenas se procedió a
dividirlos en cinco grupos étnicos, cado uno de ellos con varias parcialidades,
así tenemos que la etnia Mocotapó tenía las parcialidades: Chirurí, Estanques,
Chama, Curachucuta, Arapuey, Mucujepe, Chaquinigo y Mucuxaxete; comprendido
entre los años 1558 hasta 1645. Entre los encomenderos estaban Juan Díaz de
Tena, Juan Esteban y Pedro Alonso Santa Cruz en dicha etnia, apuntamientos
hechos en 1564 por Andrés Díaz Venero de Layva. También los apuntamientos de
Venero de Leyva darían origen al proceso sucesorio de las encomiendas
(1564-1630), por ejemplo en la etnia Mocotapó en la encomienda de las
parcialidades Curachucuta y Chirurí figuraban los encomenderos: Pedro Alonso
Santa Cruz (1564), Gonzalo de Avendaño (1573), Francisco de Avendaño (1590),
Benito Franco (1603), Juan Fernández de León (1603) y Juan Fernández de León,
hijo (1628)”.
Ya en nuestros tiempos el Dr. Máximo
Paternó-Rizzari Sasso, médico rural de la Parroquia San Cristóbal de Torondoy
(1950), en la entrevista que le hizo a Don Vicente Barone se aproxima a partir
entre los años: 1845-1850, que llegarían los primeros colonizadores a estas
florecientes tierras de San Cristóbal, entre las cuales podemos mencionar a: don Hilario Villarreal, de
Piñango; don Vicente Albarrán y don Fulgencio Ribas, del Estado Trujillo; don
Rafael Pérez, de Timotes; don Emmanuel Zulbarán, de Mucuchíes, don Jesús
García, y muchos otros.
Para
1887 San Cristóbal de Torondoy, era un caserío de la parroquia de Palmira. El 6
de diciembre de 1890 los vecinos de la Aldea de La Sal (Piñango) y el caserío
de San Cristóbal del Distrito Miranda de la Sección Mérida, levantaron un oficio en donde exponían el
adelanto que ha tenido estas dos comunidades en cuanto al número de habitantes,
escuelas de varones y de niñas con suficiente número de alumnos dotadas por los
mismos vecinos, lo necesario para atender los gastos de la administración
pública, casa municipal, vías de comunicación en buen estado, pero con la
imperiosa necesidad lo distante que se encontraban la capital del Distrito y de
la parroquia, la aldea a 8 leguas y el caserío a 7 leguas, respectivamente,
este segundo con el inconveniente de que el camino se encontraba obstruido por
lo que su reparación salía costoso y el compromiso de que el Estado Soberano
aumentara el progreso y bienestar de los pueblos, suplicaban un auxilio al
Cuerpo Soberano del Estado la erección de una parroquia, conformada por los dos
pueblos vecinos mencionados anteriormente. Esta petición fue aceptada por la
Asamblea Legislativa del Estado, pocos días se le notificó al Concejo Municipal
de Timotes para que realizara los trámites correspondientes. En los siguientes
días el Cuerpo Legislativo y el Concejo Municipal sesionaron varias veces, este
último emitió una respuesta en fecha 21 de diciembre de 1890, en donde
afirmaban que se tomara sus peticiones y a su vez sugerían que se bautizara con
el nombre “Córdoba” a la nueva parroquia en creación. Pero el 23 de diciembre
de ese mismo año el Consejo Legislativo del Estado “Los Andes” sancionó y
promulgó el Decreto de creación de la nueva parroquia civil cambiando el nombre
de “Córdoba” por el de “Piñango”,
compuesta por la aldea de La Sal
y el caserío San Cristóbal ambos pertenecientes al Distrito Miranda de la
Sección Guzmán, el aludido decreto fue publicado en gaceta oficial del Estado
Mérida el 30 de abril de 1891. El epónimo de la nueva parroquia civil se debe
al prócer caraqueño Judas Tadeo Piñango, fue oficial del ejército de Venezuela
en la guerra de Independencia, luchó al servicio de la causa de la emancipación
a partir de 1810. Participó en varias batallas al lado de Bolívar, fue
gobernador militar de Mérida (1826 – 1830), igualmente participó activamente en
la restauración de la República en 1830 y en la vida pública del país hasta
1848, año en que fallecería (6 de abril) a causa de una herida combatiendo en
la batalla de Taratara (Edo. Falcón). Sus restos reposan en el Panteón Nacional
desde el 16 de diciembre de 1942.
En la Ley de División Territorial La Constituyente
del Estado “Los Andes”, sancionado el 4 de noviembre de 1893 se crea el
Distrito Torondoy, compuesto por Torondoy, que es su cabecera, la parroquia
Piñango y la Aldea de Santa Polonia. Para el Primero de enero de 1894 la Junta
Comunal de la Parroquia Piñango estaba integrada de la siguiente forma, como
principales los ciudadanos: Cipriano Corredor, Anunciación García, Eduardo
Araujo, Cándido Villarreal y Esteban Sánchez y como suplentes: Ladislao García,
Delfín Simancas, Martín Villarreal, Fausto Sánchez y Gregorio Villarreal. Para
el 20 de marzo de 1896, se elegía las nuevas autoridades de la Junta Comunal de
Piñango, quedando así; como principales: Claudio Corredor, Fidel Becerra, Ramón
Benti, Manuel Sánchez y Eusebio Villarreal, y los suplentes eran: Manuel
Fernández, Trinidad Araujo, José del Rosario Villarreal, Manuel Araujo y Pablo
Ignacio Rivas. Sucesivamente el 26 de septiembre de 1898 la Junta Comunal de
Piñango estaba integrada por: Juan Palmi, Jesús María Rendón, Esteban Sánchez,
Delfín Simancas y Martín Villarreal como Principales, y los Suplentes: Lesmes
Rodríguez, Antonio Benti, Cipriano Corredor, Ladislao García y Onésimo Salas.
El 3 de abril de 1899 en sesión extraordinaria del
Concejo Municipal de Distrito Torondoy, se leería y ponía en consideración la
Resolución enviado por el gobierno Provisional del Estado “Los Andes” (de fecha
20 de febrero), que hablaba sobre los límites de la Parroquia Piñango de este distrito
(Torondoy) y Palmira del distrito Miranda. En el momento se autorizó al
Presidente del Ayuntamiento y al Síndico Procurador para la recopilación de
datos concernientes a los límites, y posteriormente se informaría al Ejecutivo
del Estado a la brevedad posible. El 6 de mayo de ese mismo año el Concejo
Municipal daba cuenta de una nota oficial del ciudadano Presidente Provisional
del Estado “Los Andes” (fechada 21 de abril) en donde se remitía la
transcripción de la Resolución dictada el 20 de abril, y el informe del
Procurador General del Estado sobre los límites de las parroquias Palmira y
Piñango. Ante este caso el Ayuntamiento por unanimidad acordó designar una
comisión especial integrada por los ciudadanos concejales: Manuel Araujo
González, Simón Eladio Rendón y Martín Quintero, para dar cumplimiento al
Decreto Legislativo de fecha 23 de diciembre de 1890, a su vez participarían al
Ilustre Concejo Municipal del Distrito Miranda, con el fin de que acordaran el
día que debiera llevarse a efecto dicha resolución.
En sesión ordinaria del Concejo Municipal del
Distrito Torondoy del 10 de abril de 1899, el Presidente del Ayuntamiento con
apoyo proponía que la ley autorizaba a la “Corporación” para establecer aldeas,
y en su opinión se llevara a la categoría aldea el caserío San Cristóbal en la
Parroquia Piñango, y puesto en discusión quedó aprobado por unanimidad y así se
acordó, exigiendo la “Corporación” que el de la proposición (don Martín
Quintero) presentara un acuerdo, en tal fin para darle la primera discusión en
la próxima sesión, pero esta discusión no fue continua. Años después se
concretaría, es decir, el 3 de enero de 1910, cuando el Primer Vicepresidente
del Ayuntamiento de Torondoy, Antonio Lares Rumbos proponía la elevación a la
categoría de “aldea” al caserío “San Cristóbal”, perteneciente al Municipio
Piñango, cuya petición fue aprobada, en ese mismo momento se nombraba una junta
compuesta por los ciudadanos: Germán Schuessler, Rafael Rodríguez y Antonio
Benti, quienes se encargarían de demarcar los límites de la “aldea” en
cuestión. Meses después, el 17 de marzo la extinta Asamblea Legislativa del
Estado Mérida elevaba a Municipio Foráneo la aldea de San Cristóbal dependiente
del Distrito Torondoy. También tenemos que acotar que en sesiones anteriores
del Ayuntamiento de Torondoy, de fecha 30 de mayo de 1899 se daba cuenta de una
nota del Presidente de la Junta Comunal de la Parroquia Piñango, de fecha 21
del mismo y adjunto a ella una copia del acta donde se declaraba la apertura de
un camino, cuya petición lo hacían los vecinos del caserío San Cristóbal.
Aquel
17 de marzo de 1910, fecha de transcendental importancia para los pobladores de
San Cristóbal de Torondoy, aquella noticia redundó en todos los rincones del
nuevo municipio foráneo adscrito al Distrito Torondoy., comenta don Duilio
Barone en su libro “Caminos de Piedras”, que para desempeñar la Jefatura Civil
fue nombrado Antonio Benti y para la Secretaría Lázaro F. Volcanes. En los años
siguientes el Ayuntamiento Municipal de Torondoy se encargaría de conformar la
Junta Comunal del nuevo municipio foráneo, entre otros municipios vecinos,
a continuación resaltamos algunas fechas
de la conformación del mismo:
El 28
de febrero de 1911, el municipio San Cristóbal quedaría integrado por: Germán
Schuessler, Alejandro Barone, Francisco Benti, Ladislao García y José Trinidad
Araujo como Principales, y Onésimo Salas, Vicente Barone, Ramón Benti, José del
Carmen Calles y Manuel Corredor, como Suplentes.
El 4 de
febrero de 1912, la Junta Comunal estaba integrada por: Germán Schuessler,
Alejandro Barone, Onésimo Salas, León Rodríguez y Vicente Volcanes como
Principales, y Benjamín Calles, Felimaco Araujo, Francisco Benti, José del C.
Calles y Blas Araujo como Suplentes;
Para el
30 de marzo de 1914 estarían como Principales: Lázaro F. Volcanes, Antonio
Benti, Rafael Rodríguez, Vicente y José Duilio Barone, y como Suplentes: León
A. Rodríguez, Carmelo Calles, Ismael Benti, Felimaco y Juan Ignacio Araujo;
Para el
Primero de marzo de 1915 les tocaría a: Lázaro F. Volcanes, Antonio Benti,
Rafael Rodríguez, Vicente Barone y Marco-capau Rocha como Principales Ismael
Benti, León Rodríguez, Delfín Simancas, Felimaco Araujo y Onécimo Salas como
Suplentes;
El 20
de febrero de 1916 les corresponderían conformar dicha Junta Comunal a: Lázaro
F. Volcanes, Antonio Benti, Rafael Rodríguez, Vicente Barone, Onésimo Salas
como Principales y, Ismael Benti, León Rodríguez, Delfín Simancas, Felimaco
Araujo y José Duilio Barone como Suplentes;
El de
20 febrero de 1917, fueron reelegidos sus integrantes de dicha Junta;
El 20
de febrero de 1918 quedaron para ejercer los cargos, los Principales eran:
Lázaro Volcanes, Luis Rodríguez, Vicente Volcanes, Antonio Benti y Vicente
Barone, y como Suplentes: León Rodríguez, Duilio Barone, Uladislao García, José
Amando Villamizar y Jesús María Hernández;
El 6 de
marzo de 1919, lo serían Luis A. y León A. Rodríguez, Antonio Benti, Duilio
Barone y José Rafael Montilla como Principales y, Francisco Barone, Francisco
Benti, Jesús Rodríguez, Luis y Claudio Araujo como Suplentes;
El 4 de
marzo de 1920 correspondió a los ciudadanos: Luis A. Rodríguez, Lázaro J.
Volcanes, Antonio Benti, Rafael Rodríguez y Rafael Montilla como Principales y
Suplentes estarían Jesús Rodríguez, Duilio Barone, Ismael Benti, Francisco
Barone y José Amando Villamizar; y así sucesivamente.
Posteriormente
el 10 de abril de 1919 el Concejo Municipal del Distrito Torondoy asistirían a
la sesión ordinaria una representación de ciudadanos del Municipio San
Cristóbal haciendo la solicitud formal para que sea demarcado el área de
población de aquel municipio, no fue sino el 8 de mayo del mismo cuando la
Municipalidad tomaría en consideración de aquella petición, en este caso
procederían hacer el decreto de conformidad a la ley respectiva del Poder
Público Municipal. A medida que pasaba el tiempo se veía el avance progresivo
de los “Sancristobalenses”, por ejemplo: la construcción de la casa municipal,
obra exclusiva del pueblo, bajo la dirección del Coronel Vicente Volcanes,
mientras que don Duilio Barone en un
viaje a la capital de la República, Caracas, consiguió la creación de una
escuela para el caserío San Antonio con el Dr. Rafael González Rincones, para
ese entonces Ministro de Educación; recordemos que el doctor González Rincones
fue ministro en dos ocasiones, el primero que comprendería entre 1911-1920 y el
segundo entre 1931-1940, sería la primera necesidad que atendería el gobierno a
este poblado con la creación de una escuela de primaria y a principios de la década
del cincuenta, don Juan Schuessler lograría obtener el contrato para la
construcción de un ramal carretero de 18 kilómetros para unir San Cristóbal con
la Panamericana; su inauguración se hizo efecto un 24 de julio de 1955.
Para el
año 1927 el Municipio San Cristóbal estaba conformado con los vecindarios de El
Niguas, El Guamo, Las Parchitas, Las Mesadas, El Cohete, San Antonio, Las
Gallinas, Los Limones, El Romero, El Jebe, La Mesa Alta, Colón, Mesa Libre,
Carache, Las Virtudes y Pueblo Nuevo y las autoridades municipales para ese
mismo año eran: Julio Emiro Vale Lares como Jefe Civil del Municipio, Rafael A.
Rodríguez como Presidente de la Junta Comunal, e Ismael Benti como Secretario,
también Rafael A. Rodríguez estaría encargado del teléfono, entre los
comerciantes para el momento estaban Duilio y Francisco Barone, Eloy S. Pérez,
Eugenio Higuera, Francisco Rendón, Rafael A. Rodríguez, Luis A. Rodríguez y
Lázaro F. Volcanes, en aquellas tierras laboriosas eran dignos de reconocer
grandes haciendas en el rubro agrícola, en especial el café, así como también
en la ganadería, podemos mencionar a: Claudio, Telemaco y Juan Ignacio Araujo,
Francisco Barone, Ismael y Antonio Benti, Rafael y F. del C. Calles, Candelario
Contreras, Rafael Montilla, José, León, Jesús Manuel, Rafael y Luis Rodríguez,
Eustaquio Ramírez y Lázaro F. Volcanes.
En el año de
1936 el municipio (San Cristóbal de Torondoy) tenía 2.040 habitantes,
según censo nacional de viviendas y pobladores de ese mismo año, además para
esa época contaba con dos escuelas federales (una de varones y otra de niñas),
una rural del Estado en el caserío San Antonio, su patrona era el Corazón de
María y distaba de la ciudad capital a
110 kilómetros.
Entre 1951 y 1952 se le hicieron obras de reparaciones por la Gobernación del Estado Mérida: a la plaza Bolívar de San Cristóbal; se construyeron 11 kilómetros de carretera de San Cristóbal-Troncal obra contratada por 612.000,0 Bs de los viejos, el 21 de mayo de 1952 se firmaría un contrato adicional por un monto de 229.500,0 Bs.; mientras que las escuelas estadales eran dotadas con mobiliario moderno, entre éstas se favorecerían: San Antonio, San Cristóbal y Las Virtudes que estaba bajo su administración política.
Calle principal empedrada del poblado de San Cristóbal, foto publicada en el Libro de Mérida, 1964
Varios años después, el ciudadano Liévano Antonio
Briceño, de la fracción Acción Democrática (A.D.), cuyo periodo se iniciaría
desde el 19 de abril de 1974 hasta el 24 de junio de 1979, reelegido
consecutivamente, logró obras de importancia para el entonces Distrito Justo
Briceño, de gran significación progresista, de tal modo que todas las vías de
penetración de la época logró ampliarlas y asfaltarlas, por supuesto sin
quedarse atrás San Cristóbal, donde también la vieja casa municipal del poblado
la demolerían para construir una nueva, con más comodidad; mejoró el sistema de
alumbrado público, servicio médico asistencial, construcción de aulas para
nuevas escuelas creadas, entre otros. Todos estos servicios se fueron mejorando
y ampliando paulatinamente en los siguientes años.
Otros avances que dejaron huellas en la historia fue, que las casas de comercio de café en donde los productores o caficultores dejaban sus cosechas a consignación, podemos mencionar la que estaba en Bobures representada por don José Antonio Méndez y la de Boscán por José Natividad Durán, por estas mismas casas llegaban las mercancías provenientes de Maracaibo y que eran exclusivamente para los obreros que trabajaban en las haciendas. También los moradores de San Cristóbal continuamente procedían a reparar los caminos de la época que conducían a los puertos de Bobures y Boscán; el de San José de Palmira, el de Piñango y los caminos vecinales, sin traspasar los límites de la aldea, debido a la atención constante de estas vías o caminos la gente de otros lugares llegaban hasta ella para conocer la aldea y ver el mejoramiento progresivo del rubro de cafeto, con nuevos almácigos del mismo para posteriormente sustituir las viejas plantas y nuevas plántulas en espacios libres y cuando se acercaban las cosechas del rubro exuberante la mano de obra provenía de Tuñame, Las Piedras, Santo Domingo y la mayor parte eran de Pueblo Llano.
Carretera en construcción vía al poblado de San Cristóbal de Torondoy, obra ejecutada por don Juan Schuessler e inaugurada el 24 de julio de 1955 (Foto colección: Rodolfo E. “Tito” Schuessler).
Caseríos
de San Cristóbal de Torondoy
BARRIO CHINO
Barrio chino se fundó en el año 1845, sus primeros
pobladores fueron: Don Hilario Villarreal proveniente de Piñango, Don Emmanuel
Sulbaran (de Mucuchíes) y don Jesús García.
En 1850 San Cristóbal de Torro doy, sector Barrio Chino era adscrito como caserío a la cercana parroquia
de
CASERÍO SAN ANTONIO
La historia data del año 1890 aproximadamente cuando Eustaquio
Ramírez, hijo de Lino Ramírez quien tenía su propiedad en Piñango, llega a lo que eran montañas vírgenes y que
hoy es San Antonio, este señor funda una
pequeña finca de café que llamó “Los Patios”, la amplía deforestando gran parte
de montaña virgen hasta lograr una extensión que abarcó desde lo que ahora
se llamaría “La Loma”, “El Llano” y “San
Antonio” en sí se limitaba hasta lo que hoy se denomina “El Alto” y “Las
Delicias”. En estas fundaciones o mejor llamadas deforestaciones en el
caserío San Antonio al mismo tiempo de Eustaquio Ramírez también hacen su
aparición Los Calles, Benjamín, Ramón, y Jesusana, de quienes no se conoce su
lugar de origen, Benjamín fundaría “Las Delicias”, Jesusana funda “El Alto”
(Villa Alta) y Ramón lo que se conoce hoy como “Las Mesas”.
La fundación de este caserío nunca tuvo importancia histórica
ni para su misma población por eso no tienen fechas específicas solo se relatan
los hechos a medida que aparecían en escena nuevos fundadores de fincas en
tierras vírgenes. A continuación se nombraran a otros fundadores según su
aparición y porción de tierra fundada.
Nicolás Combita procedente de Palmira, funda lo que se conoce hoy como
“Caresita”, “Las Quebradas”, luego de su muerte deja su tierra a sus herederos
Martiniano, Dionisio, Luís y Pedro Combita.
Eugenio Rivera de quien no se conoce su procedencia, funda “Santa
Elena”, y luego se le canjea a Eustaquio Ramírez por una deuda de dinero. En este lapso de tiempo Eustaquio Ramírez
funda “San Rafael” y se lo asignan a Benardina, Francisca y Luisa Ramírez sus hermanas. También en sociedad con su hermano Ezequiel
Ramírez funda “El Guamo”. En San Rafael
una parte de la herencia de Luisa Ramírez fue comprada por Pedro Adolfo
Montilla casado con Gregoriana Ramírez quienes dejan como heredero a Samuel y
Eleazar Montilla actuales dueños.
CASERÍO SANTA FE
Desde el año 1860 Santa Fe era solo pasto, en eso llego el
señor Don Jesús Rodríguez quien le puso el nombre de “Santa Fe”, hizo casas de
bahareque, un trapiche y un cilindro para café, luego contrató a unos peones,
mayordomo y sirvientas, construyó una casa grande para que los obreros se
quedaran en ella, existía un solo camino vecinal, luego fueron llegando más
familias como: Los Villarreal, Pachecos, Hernández, Don Luís Vergara, Don
Claudio Araujo, y muchos más. Cuando llegó la carretera a San Cristóbal de
Torondoy el caserío Santa Fe se puso a valer, fundaron la escuela hasta tercer
grado. Antes habían más familias que
ahora, lo único que existe actualmente más caseríos como: La Laguneta, El
Horno, El Jere, La Palmita, Mesa Alta, El Alto de Santa Fe.
CASERÍO EL NIGUAS
Esta
comunidad fue fundada en el año 1860, por señores: Eduardo Valero, Eulogio
Romero, Eugenio Albornoz, y Manuel Castillo, provenientes de Timotes, en cuanto
al nombre según proviene de una ave llamada Niguas ya que es muy abundante en
este sector, por otra parte las primeras casas fueron construidas de bahareque
y paja, solo habían cinco casas. Es
importante señalar que en aquel tiempo la educación era muy crítica, la mayoría
de las personas eran analfabetas, ya que no existía la escuela y los niños para
poder estudiar tenían que trasladarse al poblado de San Cristóbal de Torondoy
caminando para así recibir sus clases y solo lo hacían algunos.
Fue en el año 1942 cuando un señor llamado Rubén Volcanes le
envía una carta a Honorato Delgado donde le informa que tiene que buscar un
sitio para que funcione la escuela, y fue así que a partir del 01 de noviembre
de ese mismo año comenzó a funcionar la escuela en una casa de familia con el
nombre de Escuela Básica “El Niguas” siendo la primera maestra Yolinda Morillo
de 25 años de edad proveniente de “Las Virtudes”.
Es importante destacar que en el año 1992 siendo el gobernador
del Estado Mérida José Rondón Nucete construyó una R-2, se contaba con una
matrícula de 50 alumnos de 1ero a 6º grado con dos docentes, a partir del año
2000, comenzó a funcionar el preescolar y aumentó la matrícula a 70 alumnos
pasando a ser Unidad Educativa “El Niguas” con 4 docentes y un bedel.
CASERÍO LAS QUEBRADAS
Fue fundada
por Nicolás Combita, lo que se conoce como “Libertad” fue fundada por Rafael
Araujo en el año 1909. La comunidad de Las
Quebradas cuenta con una población de 106 habitantes aproximadamente, este
sector es netamente agrícola sus principales rubros son: apio, cambur, café,
mora, entre otros.
CASERÍO EL COHETE
Fue
fundada en el año 1930 aproximadamente por la familia Albarrán, según esta
familia le dio a conocer este nombre por una persona, cuyo nombre se desconoce
visitó el lugar que inicio labrar estas tierras desde ese momento en adelante
tomaría el referido nombre, así siguió
creciendo esta comunidad. Todas las familias del lugar son provenientes de la
comunidad de Piñango (jurisdicción del actualmente Municipio Miranda, Edo.
Boliv. de Mérida).
Aspectos
generales de San Cristóbal de Torondoy.
Relieve. El
Valle del Chirurí debe su formación a unas ramificaciones de cerros que
provienen de los páramos de Timotes y Piñango; por su fondo corre caudaloso el
Río Chirurí, cuyo caudal aumentan las aguas de muchos riachuelos y quebradas, y
su curso está cubierto por un bosque frondoso situado a ambas orillas. Desde el
pie de los cerros, el terreno se extiende en un suave declive hacia las orillas
del Lago de Maracaibo.
Pendiente. Con
laderas de gran pendiente (más del 40%).
Precipitación. Precipitación media anual: 933 –
Temperatura.
Tipo de clima: Mesotérmico – Húmedo.
Método de Koeppen, según el cual tenemos:
Templados de altura Tropical: Tipo G
Gwi: Templados de altura con un sólo máximo de precipitación
al año. 7-8 meses lluviosos.
Gmi: Templados de altura. Bosques perennifolios nublados. 9-10
meses lluviosos, distribuidos durante todo el año.
Fríos de Alta montaña Tropical: Tipo H
Hi: Fríos de alta montaña, de páramos,
vegetación muy escasa.
Humedad.
Humedad relativa: 30 – 60%
Suelos. El
tipo del suelo es prevalentemente calcáreo y su grado de permeabilidad al agua
es bueno. La tabla de agua del subsuelo es muy honda, aunque no podemos
precisar su nivel. En la localidad no existen taladros ni pozos. De manera muy
general, los materiales originarios de los suelos pueden clasificarse según su
origen en dos grandes categorías: residuales y transportados. Los suelos
formados in situ, es decir, los suelos residuales abarcan toda el área montañosa.
De acuerdo a la nomenclatura internacional de
los suelos, para nuestro municipio tenemos:
Inceptisols: suelos con primitivo evolución y
compleja composición mineral, la laderas de montañas y colinas son pocos
erosionables.
Ultisols: suelos desarrollados con
acumulación de arcilla, con poca materia orgánica que hace n poco aptos para la
agricultura
Entisols: suelos de escasa evolución, por la
estar formados de sedimentos de recientes deposición como por ejemplo las vegas
de los ríos, sea por ser muy arenosos.
La vocación en cuanto a uso: Agricultura vegetal con
limitaciones y Pecuario semi-intensivo.
Vegetación. Son tierras montañosas, con laderas de grandes pendientes, por
lo general cubiertas de bosques, en los cuales se encuentran esporádicas zonas cultivadas
que ha influido, enormemente la mano del hombre modificando la vegetación
natural existente con el establecimiento de los conucos y monocultivos. Sin
embargo, podemos identificar claramente un bosque de tipo primario en el que se distinguen varias especies como el
Yagrumo (Cecropia sp), Guamo (Inga spp), Pardillo (Cordia alliodora), Bucare
(Eritrina sp), Cedrillo, Cedro blanco, Pumarroso, Higuerón, Caimetón, entre
otros. En general el bosque del Municipio lo podemos identificar de la
siguiente manera:
Bosques siempre verde: Selva higrófila megatérmicas (selva
lluviosa), van desde los
Bosques siempreverde montano: Son bosques caducifolio o
deciduo, van desde los 500 –
Páramo:
Cumbres del sistema montañoso Andino, superior a los
Turístico. El
mayor atractivo arquitectónico del poblado son sus casas coloniales, como
mencionamos anteriormente, que se empinan sobre una calle estrecha, aún
conservadas con balcones, ventanas y puertas de madera, sus techos algunas son
por el sistema de tejas el resto son de zinc; con la puesta en valor desde el
año 1994 en la capital del municipio, paulatinamente la parroquia también ha
sido beneficiada a través de los gobiernos locales y del estado, en algunos
casos no se tiene una estética bien definida en las intervenciones y
conservación que se han hecho por la falta de ordenanzas municipales que
regulen y fiscalicen estos tipos de trabajo patrimonial. El atractivo natural
del lugar, referido anteriormente, lo envuelve entre dos bellas cascadas, El
Romero que aguas abajo confluyen con el río Chirurí, sirve de balneario natural para propios y
visitantes ya que es fácil acceder a ella por el margen de la vía próximo al
poblado de San Cristóbal, y la otra cascada la podemos vislumbrar de lejos
cuando vamos llegando al referido, ésta se desprende de las altas montañas del
caserío San Antonio (entre la Fila de Las Gallinas y la Mesa de Paja)
colindante con la Parroquia San José de Palmira del Municipio Julio César
Salas, creando un espectáculo por sus frías y cristalinas aguas de singular
belleza. Existe otra cascada en esta jurisdicción, la podemos encontrar en la
microcuenca alta de la quebrada “El Romero”, en el sector conocido como “El
Zanjón del Diablo”, estas frías aguas nacen en el Cerro La Popa, en fin, esta
cascada que damos a conocer es poco explorada por el hombre, sin embargo, estas
riquezas hídricas hoy en día la vemos muy vulnerables por la acción antrópica,
la práctica del monocultivo como lo es el apio criollo, para su establecimiento
se han dañado grandes riquezas naturales, como bosques autóctonos de la zona,
así como también fauna silvestre han tenido que emigrar hacia otras zonas
vecinas y una disminución paulatina de las aguas; que muchas de ellas son
destinadas para el propio consumo humano.
Parque Nacional Sierra La Culata (ABRAE).
Sin dejar pasar por alto que por las cabeceras de la parroquia, límite con la jurisdicción de Torondoy, por allí pasa la línea imaginaria de nuestro Parque Nacional “Sierra La Culata”, que en todo su ámbito ha sido afectada por las labores agrícolas y pecuaria incontroladas, tal vez por desconocerse o ignorarse las medidas especiales que se han dictado para su protección y conservación cuando ésta se creó según Decreto Presidencial Nº 640 del 7/12/1989 y publicado en Gaceta Oficial Nº 34.439 del 29/03/1990 y que posteriormente el 10 de mayo de 1995 se dictó el Plan de Ordenamiento y Reglamento y Uso del referido Parque Nacional publicado en la Gaceta Oficial Nº 4907 (Extraordinaria) de fecha 26/05/1995, cuya competencia la tiene el Instituto Nacional de Parques (INPARQUES), ente encargado de formar e informar a las poblaciones que hacen vida dentro o que colindan con el mismo los diferentes programas de protección y manejo. El uso de tecnología alternativa, la rotación de cultivos, una reducción importante de los pesticidas y el campo de éstos por productos agroecológicos de menos impacto en el ambiente, tienen que ponerse en práctica lo más pronto posible con nuestros productores del campo, esto permitiría reducir considerablemente la erosión de los suelos; que en su mayoría tienen un desnivel bastante fuerte, evitando daños irreparables que atente al medio ambiente, incluso con la vida humana, de esta forma estaríamos garantizando y contribuyendo a futuro la preservación de la especie humana y la salvación de nuestro querido y único planeta.
Fuente: Jonathan Orlando
Camargo Guillén, 2014
Marco Legal.
En el Capítulo IX
De los derechos
ambientales, de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela,
refiere lo siguiente:
Artículo 127. Es un
derecho y un deber de cada generación proteger y mantener el ambiente en
beneficio de sí misma y del mundo futuro. Toda persona tiene derecho individual
y colectivamente a disfrutar de una vida y de un ambiente seguro, sano y
ecológicamente equilibrado. El Estado protegerá el ambiente, la diversidad
biológica, los recursos genéticos, los procesos ecológicos, los parques
nacionales y monumentos naturales y demás áreas de especial importancia
ecológica. El genoma de los seres vivos no podrá ser patentado, y la ley que se
refiera a los principios bioéticos regulará la materia.
Es una obligación fundamental del Estado, con la activa
participación de la sociedad, garantizar que la población se desenvuelva en un
ambiente libre de contaminación, en donde el aire, el agua, los suelos, las
costas, el clima, la capa de ozono, las especies vivas, sean especialmente
protegidos, de conformidad con la ley.
Según la Ley Orgánica del Poder Público Municipal, vigente,
en los Artículos 56. Son Competencias propias del Municipio:
d. La Protección del ambiente y la cooperación en el
saneamiento ambiental; la protección civil y de bomberos; y el aseo urbano y
domiciliario, incluidos los servicios de limpieza, recolección y tratamiento de
residuos.
Artículo 61. Cada Municipio, según sus peculiaridades, tendrá un plan
local de desarrollo urbano mediante el cual se regulará el uso y
aprovechamiento del suelo según las directrices contenidas en el plan nacional
de ordenación urbanística, y en concordancia con el plan de desarrollo
económico y social señalado en el artículo anterior. Este plan contendrá la
ordenación del territorio municipal, hará una clasificación de los suelos y sus
usos, y regulará los diferentes usos y niveles de intensidad de los mismos,
definirá los espacios libres y de equipamiento comunitario, adoptará las
medidas de protección del medio ambiente, de conservación de la naturaleza y
del patrimonio histórico, así como la defensa del paisaje y de los elementos
naturales. Contendrá además, si fuere necesario, la determinación de las
operaciones destinadas a la renovación o reforma interior de las ciudades.
Artículo 64. A los municipios les corresponde la protección del medio
ambiente y de la salubridad pública, el suministro de agua y el tratamiento de
las aguas residuales, así como el respeto y garantía de los derechos
ambientales de los vecinos. Los municipios serán convocados para que participen
en la formulación de la política nacional o estadal en material ambiental…
Infraestructura existente.
Por otra parte, en el poblado funciona una Unidad Educativa Bolivariana, un Liceo Bolivariano, cuatro escuelas estadales, Registro Civil, y la Junta Comunal San Cristóbal, una torrefactora de café, Comando Policial, plaza Bolívar, ambulatorios, casas civiles con estilo colonial, entre otros.
INICIO DE LA EDUCACIÓN.
San Cristóbal
(capital):
Para 1894 no existían escuelas de
primaria en la aldea de San Cristóbal. Por iniciativa propia de los hermanos
Francisco y Alejandro Barone solicitaron a un paisano don Domingo Sardi que
vivía en San José de Palmira para que les ayudara a buscar una persona
capacitada para tal fin. Correría el año 1895 cuando esta responsabilidad
recayó en Fulvio Tacredi, era
natural de Génova (Italia), había estudiado la carrera universitaria en Pisa.
Vivía en Palmira. Al poco tiempo este personaje se residenció en la hacienda
“Los Limones”, cercano al poblado de San Cristóbal, las clases las daría de
forma gratuita en donde muchos niños y niñas obtuvieron notas sobresalientes.
Varios años después enfermaría de gravedad lo trasladaron para un hospital de
Maracaibo en donde a los pocos días fallecería. Para 1950 existía en San
Cristóbal una escuela federal, y tenía anexa
una escuela estadal en la cual prestaban servicios cuatros maestros, uno de
ellos con la designación de maestro coordinador. En el caserío San Antonio
funcionaba otra escuela estadal, con un maestro.
Caserío
San Antonio (Las Gallinas):
José
Duilio Barone Simancas
hijo adoptivo de San Cristóbal, en un viaje para Caracas logró conseguir la
creación de la Escuela del caserío San Antonio con el Dr. Rafael González
Rincones Ministro de Educación Nacional (fue ministro en dos periodos 1911-1920
y 1931-1940). Sería la primera necesidad que atendería el gobierno con la
creación de una escuela primaria. Para 1968 se llamaba Escuela Unitaria Rural.
Caserío El Niguas:
LÍMITES DE LA PARROQUIA SAN
CRISTÓBAL DE TORONDOY.
Diferencias
limítrofes intermunicipales según el censo poblacional 2001: Durante la realización del XIII
Censo General Nacional de Población y Vivienda 2001, el Consejo Legislativo del
Estado Mérida recibió de parte de varios concejos municipales algunas denuncias
y reclamos relacionados con supuestas dudas censales. Algunos de estos
problemas derivaban de interpretaciones de erratas de la Ley de División
Política Territorial del Estado Mérida, pero otros problemas surgieron por
cambios en el control administrativo o de gobernabilidad de algunas aldeas y
caseríos localizadas en áreas limítrofes intermunicipales. Debido a los
problemas presentados, el Consejo Legislativo del Estado Mérida (CLEM) formó
una Comisión de Límites para que hiciese el trabajo cartográfico de campo y
tratara el asunto directamente con las comunidades, autoridades municipales y
responsables censales de los municipios involucrados. En cada zona que
presentaba problemas limítrofes se elaboró un informe con las soluciones
respectivas. Estos informes levantados se presentaron a la directiva del
Instituto Nacional de Estadística (INE) para finiquitar los casos planteados de
las partes involucradas y se acordó dictar Resoluciones que al efecto el CLEM
puso en evidencia lo siguiente: La problemática que se presentó con el Caserío
El Ceibal, se trató en el Caso Nº 4. El Ceibal fue censado por la Parroquia
Santa Apolonia de acuerdo con la Ley de División Político–Territorial del
Estado Mérida (LDPTEM), pero por razones de accesibilidad siempre ha sido
administrada por el Municipio Justo Briceño desde su capital Torondoy. Allí
existe mesa de votación, escuela municipal y otros servicios que son mantenidos
por Torondoy; es decir, la gobernabilidad la ejerce Torondoy y así fue
confirmado por las autoridades de ambos Municipios.
Artículo 46. Los límites del Municipio
Foráneo (hoy parroquia) San Cristóbal de Torondoy, cuya capital es la población
de San Cristóbal de Torondoy, en el artículo 46º de la referida Gaceta
mencionan los siguientes límites: Por el Norte: Los Municipios Julio César Salas y Miranda,
partiendo del nacimiento de la quebrada Los Caracoles o caño La Danta en el
cerro El Cogollo, por la fila del mismo cerro hasta su unión con el filo
Almorzadero. Por el Este: El Municipio Miranda, en sus límites generales con el
Municipio Justo Briceño, desde el punto antes mencionado en el filo Almorzadero
hasta el nacimiento de la quebrada El Baño (N1004300-E287900). Por el Sur: El Municipio Miranda, en sus
límites generales con el Municipio Justo Briceño, desde el nacimiento de la
quebrada El Baño hasta el nacimiento de la quebrada La Pedregosa
(N1004300-E287900). Por el Oeste: Partiendo del nacimiento de la
quebrada La Pedregosa toma un filo que conduce al alto del cerro del mismo
nombre (N1003450-E288000). De este punto en dirección oeste hasta el inicio de
una fila (N1003400-E286800) que en dirección norte conduce a la loma Laguneta
Arriba ((N1006150-E286650) de este punto se continúa en dirección noroeste por
el filo de Mesa Libre (N1008750-E285600), pasando por Las Palmitas hasta el río
Chirurí, aguas arriba por éste hasta una fila que enfrenta el zanjón del Diablo
(N1008650-E28900); se continúa por la misma fila en dirección nordeste hasta el
cerro El Cogollo donde nace la quebrada Los Caracoles o Caño La Danta punto de
partida del límite Norte”.
TRADICIONES DE LA PARROQUIA SAN
CRISTÓBAL.
De acuerdo a sus culturas
y tradiciones, generalmente se realizan
pesebres, paraduras, celebración de los carnavales, Semana Santa, las
fiestas patronales en honor a “San Cristóbal” en el mes de agosto, entre otras
celebraciones religiosas, en cuanto a su gastronomía resalta; la arepa de
harina de trigo con queso ahumado, sopa de gallina criolla, sopa de caraota, sopa de arvejas, mojito de sardina,
cachapa de maíz, dulce de zapallo, arroz con leche, curruchete, entre otros.
Baile
de Santo Domingo.
Para
el año de 1947 el poblado de San Cristóbal de Torondoy contaba con telégrafo,
correo, Registro Civil, tenía una calle principal, plaza, iglesia, varias casas
construidas en bahareques y tapial para un aproximado de 20 familias creyentes
de la religión católica, cuyas fiestas patronales se abocan a San Cristóbal
celebrada en el mes de agosto. La mayoría de las festividades son religiosas,
como especial atención tenemos las paraduras y búsqueda de niños robados, en
esta última la gente acostumbraba a dar serenatas en horas de la madrugada y
cuando el caballero se enamoraba de una dama la cortejaba con cantos de cuatro y
maraca, de aquí el origen del baile de Santo Domingo, muy utilizado para la
época. Las familias y amigos se hacían pasar invitaciones para tal efecto, la
tarjeta de invitación tenía que tener un director, el cual se encarga de
dirigir la música; en la polca se intercambian coplas en forma de versos de
enamoramiento y en ocasiones en el momento del baile, se trata de una
controversia o una galantería entre el hombre y la mujer de cada pareja de
bailadores. Para los años cuarenta, en la pequeña población de San Cristóbal de
Torondoy el baile de Santo Domingo lo hicieron presente los señores Américo
Salcedo, César Ramírez (mejor conocido como “Cucarachero”) y Pascual Rivera. Ya
para el año de 2009 se hizo el II Encuentro Municipal Folclórico de “Cumbre y
Tradición”, llevado a cabo en el poblado de San Cristóbal de Torondoy, es
singular la coreografía del baile lo realizaron el personal administrativo y
obrero de la Unidad Educativa Bolivariana San Cristóbal, rescatando el baile
dejada en el olvido, mejor relatada por los pioneros de la localidad.
He aquí
los versos propios para la iniciación del baile, que corresponde recitar al
caballero:
Una
estrella se ha perdido y
en el cielo no aparece, dicen
que tú la tienes y
en tu pecho resplandece. La dama entonces contesta: |
Tú
eres un diamante y
una matica de romero, Dios
me debe dar el permiso de
casarme con un jovencito soltero. |
Y así siguen:
Adiós
mi tortolilla, Adiós,
que viene el día! Acuérdate
de mí, Que
sois amada mía. |
Que
sois amada mía, tengo
un palo colorado, donde
cuelgo mi chaqueta cuando
estoy enamorado. |
Por
esta calle me voy y
por la otra doy la vuelta, si
me aceptan en el baile, ténganme
la puerta abierta. |
Vuela,
vuela papelito, donde
el viento no te alcance! Y
dile a la prenda mía que
siempre yo soy constante! |
El
primer amor que tuve fue
una colombiana: le
comí lo que tenía y
la dejé silbando iguanas. |
Eres
un granito de oro, eres
un coral partido, eres
en quien tengo puesto todos
mis cinco sentidos. |
De
mi tierra me he venido pisando
espinas y abrojos, sólo
por venir a verte, lucerito
de mis ojos. |
Lucerito
de la mañana, claridad
de todo el día, ¿Cómo
no me recordaste cuando
se fue el alma mía? |
De
Santo Domingo vengo con
el agua hasta la garganta, sólo
por venir a verte, pulida
paloma blanca. |
Allá
te mandé un pañuelo, en
cada punta un botón, para
que te abotones las
alas del corazón. |
Clavelito
colorado, nacido
en la punta de lanza, aunque
te vayas muy lejos, no
te pierdo la esperanza. |
Eres
un botón de rosa, una
mata de malabar, aunque
tú estás muy lejos, siempre
nos debemos casar. |
Los velorios.
Se conoce dos clases de velorios; los de los
difuntos y los de los santos. Al difunto se vela durante toda la noche, y
después de haber sido sepultado, por un lapso de nueve días, los familiares y
amigos le rezan rosarios y letanías; es lo conocido con el nombre de novenario,
en cuyo último día se sirve abundante comida, la cual hace que crezca la
afluencia de gente a los rezos. Unas cuantas velas prendidas y unas flores
recuerdan al muerto. Si el difunto fue niño, el vestido del cadáver será
blanco, y en el velorio le cantarán estrofas como las siguientes:
Ya es hora, ya es hora, madre, que comencéis a llorar, que el hijo más estimado, ya lo llevan a enterrar. |
Ya es hora, ya es hora, madre, que comencéis con tu llanto, que el hijo más estimado lo llevan para el camposanto. Ya es hora, ya es hora madre, que comencéis a llorar! |
Los velorios de los santos
consisten en una función religiosa, celebrada en homenaje del santo elegido, y
la cual termina con la recitación en forma de canto de una décima llanera,
acomodada al medio ambiente. En realidad, se trata de versos libres, a veces
asonantes, que tienen su origen en los llanos de la costa del Lago de
Maracaibo, y que han llegado hasta nuestra región. A la recitación sigue un
baile.
He aquí los versos propios
de estas celebraciones:
Fueras
Isabel María, lindo clavel en botón, que arranca sin compasión suspiros
del alma mía. |
Fueras tú la prenda mía, la flor de más elegancia, ramo de toda importancia, yo
no te podré olvidar. |
Desde hoy te debo de amar, consuelo de mi esperanza, rosa de más importancia, yo
no te podré olvidar. |
Recibe y no te dé pena, un besito y un abrazo. ¿Qué más, después de ser el lazo de
tu brillante cadena? |
Porque tengo el alma llena, desde que ví tu hermosura, tu simpática figura y tu lindísimo color, que debes de ser mi amor, sin que haiga ninguna duda. |
En
otras ocasiones cantan lo siguiente:
¿Hasta cuando, prendecita, me estás haciendo sufrir? Estoy cansado de ir a hacerte varias visitas, y si alguno te lo evita, por lo que a ti te ha pasado, yo que estoy a tu lado, cantándote lo que pasa, y cuando voy a tu casa. ¡Tú
eres la reina del prado! |
Contadme el inconveniente que ponéis para quererme, no quisiera devolverme de tu visita hasta el presente. Tú eres la más ardiente, consuelo de mi esperanza, porque tú eres el modelo que a mi vista componéis. ¿Qué hago yo, si no me queréis, Rosa
del Monte Carmelo? |
Los
Giros de San Benito.
Fiestas patronales en
honor a San Cristóbal
Se celebra con mucho orgullo el día de San Cristóbal patrono
del poblado desde hace muchos años. Contaba don Blas Rivas habitante de la
parroquia que tenía 96 años de edad, recordaba que desde pequeño ya las fiestas
patronales al santo ya se celebraban, y que cuando el padre Felipe Santiago
Jerez (quien fue párroco eclesiástico de Torondoy 1942 – 1955) compró la imagen
de San Cristóbal, traída de España, fue cuando todos los feligreses se
centraron más en la devoción de su santo
patrono.
OTROS DATOS DE INTERÉS.
Es
importante destacar el relato de don Félix Araujo (+) para conocer más el
pasado histórico de San Cristóbal de Torondoy, su economía había sido por
muchos años del cultivo del cafeto, el cambur era escaso para aquel entonces,
ya que tenían que buscarlo para los lados de Colón y Las Virtudes. Había
pequeñas siembras de apio (los habitantes lo llamaban apio madre), guaje
amarillo, batata, maíz, chirimoya (establecimientos llamados conucos), y
siempre se sembraba caraota y arvejas. El cultivo de caña de azúcar también
tuvo su auge, en varias haciendas tenían su trapiche para la obtención de la
panela criolla, entre las cuales podemos mencionar: la de don Luis Volcanes,
Claudio Araujo (padre de Félix Araujo), Blas Ramírez, Ismael Benti, Eustaquio
Ramírez, entre otros. La mayoría de estos productos agrícolas se llevaban hasta
el puerto de Bobures y de allí vía lacustre a la ciudad de Maracaibo.
Cuando
se habilitó el tramo carretero Panamericana – San Cristóbal de Torondoy fue un
avance para el pueblo, gracias al buen gesto de Juan Schuessler en ver crecer y
avivar las buenas costumbre de sus coterráneos. Al poco tiempo personas como:
don Filadelfo Araujo, Pablo Linarez, Alfonso comenzaron a prestar servicio de
transporte para aquellas personas que querían llegar con más rapidez a los
puertos vecinos. Pero algo importante que queremos resaltar es que antes que
llegara la carretera ya los Schuessler habían llevado el primer vehículo (un
Jeep Willys), fue en la década de los cuarenta cuando la misma familia lo
desarmó en el puerto de Bobures, las partes se trajeron en arreos de mulas
hasta su hacienda y luego lo armaron. Tanto así que hoy en día el pequeño
vehículo rústico se conserva en buenas condiciones, siendo para aquel entonces
el primer vehículo llevado a San Cristóbal de Torondoy.
Nuestro
entrevistado (Félix Araujo), que vivía en ésta pintoresca parroquia del
municipio Justo Briceño, por sus experiencia de vivir en el lugar y recordar
personalidades de la época dedicadas al trabajo, llamados alguna vez “don”,
nombrados para su respeto, entre otros, son merecedoras las atribuciones para
escribirlas en los relatos de su mente lúcida. Su hogar de ahora fue quizás una
de las primeras casas en construirse en la pequeña población, está ubicada al
frente cuando se llega al pequeño poblado, diagonal del templo parroquial.
Entre las familias extranjeras que vivían en el poblado estaba la de don
Vicente Barone y su esposa Benita de Barone, su casa la
utilizaban de posadero a las personas que estaban de paso. También estaban los
Volcanes, Benti, Pizani, entre otros. Las personas emblemáticas del pueblo
están Blas Rivas tenía 99 años de edad (para el año 2011), y su hermano Genaro
que por sus rasgos físicos se parecían mucho. Los dos eran nativos del sector
El Horno, cercano al poblado de San Cristóbal.
Nos relataba don
Félix que la primera capilla del pueblo era de palos y techo de palma.
Posteriormente se construyó con paredes de tapial y techo de zinc galvanizado.
El presbítero Felipe Santiago Jerez trajo la imagen de San Cristóbal, patrono
del lugar. Posteriormente el padre José Humberto Mora traería las imágenes
religiosas de: la Dolorosa y el Cristo. Don Raimundo Hernández, comerciante del
poblado, contribuiría mucho en la parte económica durante su construcción, y
don Antonio Quintero traería el árbol de “caimito forastero” que estaba
sembrado en la pequeña plaza Bolívar.
Los maestros
dedicados a enseñar la gramática eran: Francisco Barone, también lo sería Rubén
Volcanes, quienes a pesar de no haber alcanzado un nivel estudio profesional se
ganaron el prestigio como buenos conocedores de la gramática verbal y numérica.
Una persona de apellido Nieto y su esposa, oriundos de Mérida, estarían en el
lugar por ocho años aproximadamente también dando clases.
Don Rafael Rodríguez
fue cuidandero y trabajador por muchos años de la hacienda propiedad de la
sucesión Schuessler (hacienda “Miramar”). La carretera de la pequeña parroquia
foránea llegó a mediados de los años cincuenta (se inauguraría el 24 de julio
de 1955), gracias a la buena labor y preocupación de don Juan Schuessler, para
dejarle a su terruño pueblo un bonito gesto social, de desarrollo y
prosperidad, ya que su familia inmigrantes de Alemania por allá a finales del
año de 1896, donde buscaron alguna vez refugio de aquellos países que
declaraban la guerra. Esta carretera en mención fue contratada por la
gobernación del Estado Mérida al ciudadano Juan Schuessler por la cantidad de
seiscientos doce mil bolívares (Bs. 612.000,00) de los viejos, la extensión del
contrato cubría 11 kilómetros entre San Cristóbal de Torondoy-La Troncal
(Panamericana), que para el año de 1952 estaría construida hasta Las Virtudes.
Sobre
esta familia alemana nos valimos de la tradición oral de Rodolfo Ernesto
Schuessler (mejor conocido como Tito [2011]), sobrino de Juan Jorge: los
hermanos Germán y Enrique Schuessler estuvieron en varias partes del país, eran
como una especie de mercante e ingeniero, donde construían maquinarias de
vapor, sobre todo procesadoras de café y plantas hidroeléctricas traídas por
ellos mismos de Alemania. La llegada de los hermanos Schuessler a Torondoy
radica aproximadamente a mediados de la década de 1870 y principios de la
década de 1880, ya que en los libros de defunción del Registro Civil de
Torondoy de fecha 19/05/1883 Enrique Schuessler daba noticias de la muerte de
Juan Rodríguez.
Como
se mencionó anteriormente, de las obras de ingeniería por ellos tenemos: el
puente de hierro ubicado en la triestadal (conocido como puente “Viejo” del
sector Santa Ana, este puente se construyó entre 1894 y 1895, contrato hecho
entre el recién creado Concejo Municipal del Distrito Torondoy y el ingenio de
Enrique Schuessler). En la actualidad, este puente hace aproximadamente diez
años la Alcaldía del Municipio Justo Briceño le hizo reparaciones mayores, para
mantener comunicada con la vía principal de Torondoy los sectores vecinos de
Las Mesas del Cerro la Hoya, La Pica y Valles de Arigua. Los hermanos
Schuessler también se les atribuyen como los pioneros de haber traído
maquinarias a vapor para la entonces Central Venezuela, así como otras tantas
en los sitios donde se desarrollaba muy bien el cultivo del café. (Es posible
que el Centro de Beneficio “Santa Elena”, propiedad del Br. Benjamín Guerrero,
ubicado en la vía principal de Torondoy-Nueva Bolivia, funcionó por mucho
tiempo a principio y mitad del siglo pasado, hayan sido también los mismos
alemanes que tuvieron que ver con la adquisición e instalación del mismo).
Mientras
tanto, Germán Schuessler se impresionaría por las montañas del pequeño caserío
de San Cristóbal (hoy San Cristóbal de Torondoy) para también fundar su
hacienda de café. Dejaba un encargado para el cuido del mismo, en tanto Germán
retornaba a su país y vendría cada seis meses, es decir, cuando había cosecha
de café (entre septiembre – febrero), también tenía que ver con la estación
climática de Alemania que para esos meses allá era, y lo es, el invierno, y
como no se podía hacer nada prefería entonces venir a su pequeña hacienda.
Entre
los meses de julio y agosto realizaba la exportación de la cosecha ya procesada
para Alemania. El encargado en este caso era Rafael Rodríguez (un hijo de él
fue gobernador del Estado Lara en el periodo 1974-1975, se llama Hernán
Rodríguez Araujo, es ingeniero, hoy en día reside en EEUU; existe el
Reconocimiento “Ing. Hernán Rodríguez Araujo” al Mérito Profesional, que
concede el Rotary Club de Barquisimeto), que lo fue por muchos años hasta su
muerte, le administraba las haciendas. En ese vaivén de Germán Schuessler para
ver sus campos cultivados, traería a su esposa Margarita Huelsemann, quien
tendría varios meses de embarazo. A la hora de retornar la pareja, le fue
imposible por los prontos dolores de parto, permanecieron un tiempo más hasta
que nacería su hijo Juan Jorge un 11 de diciembre de 1904. Posteriormente se
llegó la hora de regresar la joven pareja con su bebé en brazos. El señor Félix
Araujo mencionó que doña Margarita dio a luz al niño Juan Jorge en la casa de
su propiedad.
Alemania
fue el hogar en donde se formaría el niño Juan Jorge, recibió toda la educación
primaria, secundaria y la universitaria, estudiaría ingeniería civil en
agronomía, en donde sus pasantías las realizó en Guatemala, específicamente en
la hacienda “Trece Aguas”. El nombre de esta hacienda es porque tiene dentro de
la misma trece (13) riachuelos, el cultivo que predominaba era el cafeto y
otros rubros de importancia. Ya especializado, Juan Jorge Schuessler decide
venirse a Venezuela, específicamente a la hacienda que su padre había fundado,
corrían los años 1928 y 1929, se instalaría en la hacienda “Miramar” fundada
por su padre, mientras que su hermano Rodolfo llegaría en 1933, éste apenas
tenía 23 años de edad, para ayudarlo en la administración y construir muchas
cosas que hacían falta para el procesamiento del café. La maquinaria instalada
era moderna para la época, modelo ejemplar para el país, todavía hoy en día se
conserva. También contribuyeron al trazado de las calles del poblado de San
Cristóbal, acueducto para la hacienda y también puesta al servicio público, luz
eléctrica, cloacas, además construyeron el Altar Mayor de la iglesia (réplica
de una iglesia de Alemania). En Monte Carmelo también diseñaron una planta para
el beneficio del café, similar al de la hacienda “Miramar”. La facilidad de
Juan Schuessler era porque viajaba a ver sus padres, y cuando retornaba traía
muchas máquinas a vapor. Aquel afán de Juan Jorge iniciado en 1932 cuando
primero instalaría la secadora en el lugar conocido como “El Tendal”,
posteriormente se complementaría con otras maquinarias, excelencia para el
beneficio más complejo como: lavadora, despulpadora, trilladora; cuyo traslado
de dicha maquinaria fue por los inhóspitos caminos reales.
Finalizando
la década de los treinta, Rodolfo Schuessler retornaría porque las condiciones
para él no eran las idóneas, todo se hacía por caminos de recuas, no había luz
eléctrica eficiente, acueductos, entre otros. Mientras que su hermano persistió
hasta lograr su cometido. También fue motivado a sus condiciones de salud,
padecía de una úlcera, aunado por su ciudadanía alemana, que al poco tiempo fue
reclutado para la guerra durante la dictadura de Adolf Hitler (II guerra
mundial, iniciada en 1939 y culminada en 1945). Aunque no era soldado raso,
Rodolfo utilizó sus habilidades para no llegar al frente ruso. Culminada la
guerra, la mayoría de los países habían caído en un estado decadente, y como el
café tenía su auge para la época, por ejemplo en Alemania el café tenía un
valor exorbitante.
En
la postguerra, Rodolfo Schuessler decide retornar a Venezuela (entre
1945-1946), porque había tenido noticias que su hermano Juan Jorge lograría el
contrato con el gobierno del Estado Mérida para la apertura de la carretera
entre la troncal de la Panamericana y la población de San Cristóbal de
Torondoy.
Rodolfo
Ernesto Schuessler (mejor conocido como Tito), nuestro relator de estas
anécdotas de su familia pasada, nos aclara que a pesar de que su tío Juan Jorge
se dedicó en el desarrollo y progreso de San Cristóbal de Torondoy, en muchas
índoles, respetado y apreciado todo el tiempo por sus coterráneos. En cambio
Rodolfo (su padre) fue corta su estadía pero, también puso todo el empeño a la
hacienda de café, en ayudar a su hermano, sin ninguna mezquindad.
El
decaimiento de Juan Jorge fue por un problema de salud, de tipo cardiaca, y por
estar tan compenetrado a su trabajo se descuidó, falleció en su pueblo natal el
18 de septiembre de 1961.